La patronal y el «lobby» AVE unen sus fuerzas compartiendo sede

La organización dirigida por Salvador Navarro cede a la asociación de Boluda una planta en la sede de Hernán Cortés

Aunque la relación entre la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) -antiguamente llamada Cierval- y la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), nunca ha sido mala, tampoco ha destacado por ser especialmente buena. De hecho, en ocasiones ha existido cierta rivalidad por determinar qué reivindicaciones correspondían a cada una de las organizaciones empresariales.

La CEV, la patronal, siempre ha mantenido un papel más institucional, mientras que la segunda se ha caracterizado por ser un «lobby» de presión, en el sentido más europeo de la palabra, es decir, la unión de importantes empresas que asesoran a los Gobiernos sobre qué decisiones económicas son las más apropiadas.

Pero desde la llegada de Salvador Navarro a la CEV, primero patronal provincial valenciana y posteriomente sustituta de la autonómica, la tendencia a depender cada vez más de fondos privados y, por lo tanto, ser más independiente de lo público, ha ido en aumento. Si bien la patronal no puede ser un «lobby» -sus funciones están claramente estipuladas en la Constitución y son fundamentalmente de negociación con los sindicatos- la coincidencia de intereses entre la CEV y AVE ha sido cada vez más evidente.

Los primeros se han erigido en los últimos tiempos en firmes defensores del Corredor Cantábrico; los segundos han celebrado actos por toda la fachada este del país y también en la capital para reivindicar el Corredor Mediterráneo. Un reparto de tareas que demuestra que ambas organizaciones están más unidas que nunca, hasta el punto de que el «lobby» es ya socio de la CEV.

Este acercamiento ha sido incluso físico, puesto que AVE, la organización dirigida por el naviero Vicente Boluda y que aglutina a las 130 empresas más importantes de la Comunitat Valenciana, ocupará a partir de esta samana la segunda planta de la antigua sede de Cierval, en la céntrica calle Hernán Cortés, dejando así las oficinas en la calle Colón que ocupaban hasta el momento.

La sede de la antigua patronal Cierval, cerrada desde que esta fuera liquidada, está cedida por el Ministerio de Trabajo a la patronal nacional CEOE, que a su vez lo cede a la autonómica. El inmueble no se puede alquilar, puesto que al tratarse de un edificio público no se le puede extraer rentabilidad económica, pero sí se puede destinar a usos empresariales y asociativos.

De hecho, la tercera planta está ya ocupada por algunas de las asociaciones que forman parte de la CEV -otras siguen en la sede de la patronal que se encuentra en la plaza del Compte de Carlet- mientras que se sigue buscando alguna organización «más potente y representativa» para situarla en la primera planta.

El salón de actos, ubicado en la planta baja, será para uso común. Es más, los grandes actos de la patronal e incluso su Asamblea se celebrarán allí. Lo único que harán las asociaciones que ocupen este edifico es compartir los gastos de mantenimiento.

La patronal de productos Quimacova ya se encuentra en el inmueble, y pronto podrán unirse otras como la Federación Valenciana de Transporte (FVET) y la propia AVE.

Nuevas incorporaciones

Mientras tanto, la CEV sigue creciendo e incorporando nuevas organizaciones. El pasado jueves el Comité Ejecutivo aprobó la entrada de Ibermutua, mutua colaboradora con la Seguridad Social, y el Círculo de Economía de la provincia de Alicante que preside Javier Fur.