Valencia

La pobreza se enquista: la mitad de los valencianos no puede afrontar gastos imprevistos

Cáritas advierte en su balance anual que los principales indicadores sitúan el riesgo de exclusión social en la Comunitat por encima de la media española

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La pobreza no solo ha crecido en la Comunitat, sino que se ha enquistado. Es esta la principal conclusión que desde Cáritas Diocesana de Valencia extraen después de que ayer se presentara su memoria institucional correspondiente al ejercicio 2018.

El documento, plagado de datos y análisis profundos, muestra cómo en una década el riesgo de exclusión social se ha acrecentado en nuestro territorio. La mitad de los valencianos (49,4 por ciento) no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. Hace diez años, antes de la crisis económica, el porcentaje se situaba en torno al 30,6 por ciento.

Los números también se magnifican conforme aumenta el nivel de pobreza: hoy, el 5,1 por ciento de la población valenciana no puede permitirse una comida de carne o pescado al menos cada dos días. En 2008 esta cifra se situaba muy por debajo, en el 1,7 por ciento.

Los principales indicadores muestran que la Comunitat Valenciana está por encima de la media española en lo que respecta a riesgo de exclusión social. De este modo, y según la tasa Arope, el 31,3 por ciento de los valencianos se encuentra en el umbral de la pobreza (el promedio nacional está en torno al 26,6 por ciento). Según la tasa de Foessa, el 18,4 por ciento de los españoles roza la exclusión social y la Comunitat se sitúa en el 20,3 por ciento.

Además, la brecha entre ricos y pobres se ha abierto de forma desmesurada, tal y como admitió durante la presentación la secretaria general de Cáritas Diocesana de Valencia, Fani Raga: «mientras en los últimos diez años los ingresos de la población más rica han crecido un tres por ciento, los de la población más pobre han disminuido un 11,5 por ciento». A Raga le acompañó el director de Cáritas Diocesana de Valencia, Ignacio Grande, y el obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros.

El papel fundamental de Cáritas

Estos resultados de la memoria, nada halagüeños, justifican el papel e importancia de la labor que entidades como Cáritas realizan en servicio a los más necesitados. Solo el año pasado, la organización atendió a 45.045 personas en la Comunitat y benefició prácticamente a 100.000 a través de las 686 parroquias que conforman Cáritas y de los 9.570 voluntarios que hacen posible el funcionamiento de la institución. En total, casi 17 millones de euros se han destinado a ayudas y acciones directas contra la pobreza.

Las estadísticas respecto al informe de Cáritas tienen multitud de enfoques que permiten dibujar retratos y perfiles de los problemas actuales de nuestra sociedad: el 36 por ciento de los atendidos por Cáritas son menores de edad. El 76 por ciento, mujeres. En el último año, tres de cada diez personas que solicitaron ayuda a la organización no lo habían ehcho nunca antes. Los extranjeros superan por vez primera a los españoles en cantidad de atendidos.

Según el obispo auxiliar, Arturo Ros, estos nuevos esquemas están redibujando el concepto de pobreza y las formas en las que podemos encontrarla y combatirla. Los retos que Cáritas se marca para plantar cara a la fragilidad social pasan por la creación de empleos dignos, la garantía de rentas mínimas, el fomento de políticas de vivienda y protección social y, por encima de todo, la promoción de la convivencia y vecindad. Como puntualizó Ignacio Grande, no podemos bajar la mirada ante un problema «que ha dejado de ser una lacra a combatir para ser un hecho a aceptar».