La prohibición de aparcar en el carril bus dañará a 500 empleos

Además perjudicará a 750 locales de hostelería de la ciudad de Valencia

El presidente de la Federación de Hostelería de la Valencia (FEHV), Manuel Espinar, aseguró ayer que la decisión la decisión adoptada por el alcalde Joan Ribó y concejal Giuseppe Grezzi de prohibir aparcar por las noches en el carril bus, tendrá un impacto negativo en más de 750 locales de hostelería de la ciudad y supondrá la pérdida de unos 500 empleos.

Asimismo añadió que los empresarios del sector califican la medida autoritaria, unilateral, sin consenso y sin alternativas. Esta declaración la realizó después de analizar los problemas hoteleros con los representantes de asociaciones sectoriales de bares, restaurantes, ocio nocturno, hospedaje y restauración.

Por ello, pidió la paralización de la medida que «cuenta con la opinión contraria del 90 por ciento de los miembros de la Mesa de Movilidad, además de haberse anunciado de un día para otro y sin dar una fecha para generar una discusión. Pocas veces hay un consenso tan grande contra una medida tan impopular».

En este sentido, se quejó de que el Ayuntamiento no se haya dignado a reunirse con los sectores para justificar una decisión tan radical, y criticó la alternativa de poner una tarifa plana en algunos aparcamientos, al considerar que los fines de semana no hay plazas suficientes y supone un coste más para el ciudadano que quiere salir de noche.

Por otra parte, solicitó medidas urgentes contra los apartamentos ilegales, más de 55.000 en la ciudad, según el presidente de la Asociación de Hospedaje, Vicente Tadeo, y requirió un mayor control y capacidad de sanción para quienes incumplan la norma.

Según Tadeo, los apartamentos ilegales, centrados en barrios como Ruzafa, Ciutat Vella, El Cabanyal o El Mercat, suponen una clara competencia desleal para los que están reglados y pueden provocar la despoblación de algunas zonas de la ciudad.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Restaurantes, José Palacios, exigió limitar y regular los eventos gastronómicos en espacios públicos y que se cumpla la normativa higiénico-sanitaria de los mismos y la regulación de los food-trucks.

El presidente de la Asociación de Bares, Juan Carlos Gelabert, reclamó agilizar la concesión de los permisos de terrazas, que tardan una media de dos años.