La universidad elimina barreras

Que las personas con discapacidad se animen a iniciar estudios superiores en la universidad y descubran que cada vez son menores las barreras.

Esa es la finalidad de la segunda edición del «Campus Inclusivo-Campus Sin Límite», organizado por la Unitat per a la Integració de Persones amb Discapacitat (UPD) de la Fundació General de la Universitat de València (UV), gracias a un convenio con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la Fundación ONCE y la Fundación Repsol, que contó ayer con el apoyo de la Conselleria de Bienestar Social en el acto inaugural.

La formación y la educación es una herramienta esencial para la integración social. Esta tesis fue la compartida por todos los integrantes de la mesa que abría las jornadas.

Un total de diez participantes con discapacidad de la Comunitat Valenciana de entre 15 y 18 años participarán a lo largo de la semana en actividades que van desde talleres deportivos a visitas a zonas emblemáticas del campus.

Abogados, informáticos, biólogos o notarios son algunas de las profesiones a las que aspiran los integrantes del grupo.

La consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, aseguró que desde su área se «apoyan» todos los proyectos que contribuyan a la formación de este colectivo porque «cree» en ellos, desea que «cumplan sus sueños» y son «la generación que puede ayudar a transformar la sociedad».

La UV, referente en España al ser el centro presencial con mayor número de alumnos con discapacidad matriculados, pretende convertirse en una oportunidad para personas con diversidad funcional. «Les esperamos con los brazos abiertos», aseguró el rector de la UV, Esteban Morcillo.

La formación es «el mayor elemento de integración y permite el acceso a un trabajo de calidad», según manifestó la comisionada para la Universitat, Joventut i Planes Especials de la Fundació ONCE, Isabel María Martínez.

Al acto también asistieron representantes de las fundaciones y de CermiCV.