Alicante

La Vega Baja sigue anegada después de una semana de lluvias de la gota fría

La comarca ha registrado un 40 por ciento más de lluvias que en la riada de 1987. En Orihuela se recogieron 521,6 litros

La autovía A-7 colapsada por el efecto de las riadas, el pasado viernes. EFE
La autovía A-7 colapsada por el efecto de las riadas, el pasado viernes. EFElarazon

La comarca ha registrado un 40 por ciento más de lluvias que en la riada de 1987. En Orihuela se recogieron 521,6 litros

La comarca de la Vega Baja sigue llena de agua. Los campos de cultivo están parcialmente anegados después de una semana del dramático episodio de gota fría, que dejó registros próximos a los 500 litros por metro cuadrado en solo 72 horas.

El temporal ha sido el de mayor precipitación acumulada al menos de los últimos cien años, con un 40 por ciento más de lluvia que el siguiente en volumen, el de la riada de noviembre de 1987. En Orihuela, la capital de la comarca, se registraron 521,6 litros por metro cuadrado entre la madrugada del día 12 de septiembre y la mañana del 13, cuando la media anual no llega a los 300 litros, según los datos facilitados por responsables de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunitat Valenciana.

Dolores, a unos 15 kilómetros al interior de la línea costera y a solo 1 metro de altitud sobre el nivel del mar, fue una de las poblaciones más dañadas por las lluvias y, sobre todo, por el desbordamiento del río Segura. El alcalde, José Joaquín Hernández, aseguraba que una semana después «seguimos hasta arriba de agua», no tanto en el casco urbano, donde algunas calles continúan anegadas, como en el campo.

«Hay sitios de la huerta con todavía tres metros de altura de agua. La gota fría ha echado todo a perder: la alcachofa, el brócoli, la col y la coliflor». Y las tareas para desaguar sótanos e interiores se han retrasado porque, había tanta agua por todas partes que no había sitio donde echar lo que se sacaba de las casas con los motores.

En la vecina localidad de Daya Vieja, los vecinos ya disponen de agua y luz, pero los campos continúan totalmente llenos de agua y se ha perdido el 95 por ciento de las cosechas de hortalizas.

En Pilar de la Horadada, los servicios técnicos municipales han cifrado en unos 6 millones de euros las pérdidas por los daños en las infraestructuras de todo tipo y también en la agricultura.

La DANA se dio por la configuración atmosférica conjugada con el adelanto del temporal de otoño al final del verano, y no se atribuye de forma directa al cambio climático, aunque las precipitaciones se están distribuyendo en los últimos años de forma más focalizada.