Comunitat Valenciana

Las directivas hablan: «No hay techo de cristal, es de cemento»

Algunas empresas han iniciado el camino y comienzan a incorporar más medidas para facilitar la conciliación porque reconocen el valor que aporta una mujer en los puestos de decisión

Rocío Cibrán, directora general Hotel Westin; Elena Forriol, directora Comercial Willis Towers Watson; Patricia Gutiérrez, cirujana plástica pediátrica; Beatriz Martín, socia Deloitte; Cristina Del Campo, directora de Redit; Isabel Martínez, directora general y presidenta de Panstar; María José Mira, secretaria autonómica de Modelo Económico y Financiación; Mónica Pont, directora de Desarrollo económico y negocio de Fisabio; Begoña Rodrigo, chef
Rocío Cibrán, directora general Hotel Westin; Elena Forriol, directora Comercial Willis Towers Watson; Patricia Gutiérrez, cirujana plástica pediátrica; Beatriz Martín, socia Deloitte; Cristina Del Campo, directora de Redit; Isabel Martínez, directora general y presidenta de Panstar; María José Mira, secretaria autonómica de Modelo Económico y Financiación; Mónica Pont, directora de Desarrollo económico y negocio de Fisabio; Begoña Rodrigo, cheflarazon

Algunas empresas han iniciado el camino y comienzan a incorporar más medidas para facilitar la conciliación porque reconocen el valor que aporta una mujer en los puestos de decisión

Todos los días son buenos para hablar de qué frena a las mujeres a ocupar puestos directivos y si el elenco de participantes es como el que logró reunir Go Up, la cita se convierte en obligada.

«Mujeres, liderazgo, impulsando la presencia femenina en puestos directivos» contó con la intervención de importantes directivas de la Comunitat Valenciana. Sus reflexiones respondieron a tres preguntas: ¿qué se está haciendo bien?, ¿qué dificultades tenemos? y ¿qué más se podría hacer?

Las ponentes afirmaron sin tapujos que la expresión sobre que el techo de cristal se queda corta para simbolizar los obstáculos a los que deben enfrentarse para alcanzar las mismas cotas de poder que los hombres. «Los techos de cristal son más bien de cemento. Es un laberinto», acordaron las participantes.

Así mismo, admitieron que el mero hecho de la existencia de una brecha salarial tiene un efecto disuasorio a la hora de apostar por una carrera directiva, aunque también se ven limitadas por el sistema de promoción que suele predominar en las empresas, basado en factores no objetivos. «En muchas ocasiones no es por falta de medidas o de un marco general, sino por las reticencia de los altos cargos».

Por lo que respecta a la conciliación, todas coincidieron en que existe una escasez de estructuras de apoyo para la conciliación y por tanto, el cuidado de lo hijos se mantiene como una de las dificultades a las que debe enfrentarse una mujer en el desarrollo de su carrera.

En el balance los logros conseguidos, destacaron la existencia de muchas organizaciones que reconocen el valor y el potencial que aporta de que existan mujeres en los puestos de decisión. «Uno es capaz de llegar a ser líder gracias a la gente que le rodea a nivel personal y profesional. Escuchar, saber qué necesitan las mujeres. El ejemplo es lo que más funciona y se contagia».

Apuntaron también a que las medidas de flexibilización laboral comienzan a ser más habituales, «se está promoviendo una cultura empresarial que facilita la armonía entre vida privada y profesional».

Insistieron en que el hecho de que se realicen evaluaciones por capacidades técnicas está permitiendo que haya más mujeres directivas por méritos propios.

Como medidas más inmediatas para acabar con los techos de cemento, apuntaron la necesidad de poner en marcha medidas que promuevan la igualdad en los denominados «momentos de verdad», es decir, en aquellos puntos clave que afectan al desarrollo de la carrera profesional como los procesos de selección, evaluación y formación. Mayor conciliación y dar visibilidad y comunicar todas aquellas apuestas que tienen que ver con la igualdad.