Gastronomía
Las sobras y el vino, para llevar
Los clientes pierden la vergüenza a pedir que les empaqueten lo que dejan en el plato. Los arroces, principales víctimas del «es que no puedo más»
La optimización de recursos, es decir, el sentido común, aplicado a la economía doméstica; junto con la creciente mala imagen del despilfarro, han cambiado el comportamiento del consumidor. Al cliente de bares y restaurantes ya no le da vergüenza pedir las sobras, ya sean de comida o del «culín» de vino.
El presidente de la Asociación de Restaurantes de Valencia, José Palacios, confirma el giro hacia el ahorro y la moda de pedir «para llevar» lo que queda en el plato. «Se ha perdido la vergüenza». Ya no está mal visto, así que es cada vez más habitual que el comensal solicite que le empaqueten los restos de la comanda. «Piden dos entrantes y cuando llega el principal, se dan cuenta de que están llenos. Se oye mucho el 'es que ya no puedo más', sobre todo cuando se trata de arroces. Así que optan por reservarse la comida y el hambre para la cena».
La misma escena se repite con el vino. «El cliente ha pedido una botella. Le ha gustado. Repite. Pero se da cuenta de que no va a acabársela, así que se la lleva. La ha pagado y es suya. Los establecimientos ya están preparados y cuentan con cajas propias con su logotipo para hacer más cómodo el trasporte».
Porque nuevos tiempos, nuevos servicios. La hostelería ha tenido que adaptarse a las circunstancias y bolsillos de los clientes. De hecho, los bares y restaurantes valencianos se han visto obligados a bajar los precios y, en muchos casos, como es el de la oferta para San Valentín, ésta es un cincuenta por ciento más barata.
Así lo explicaron ayer los representantes de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) durante la presentación de la campaña de «Las cenas románticas», que se celebra desde hoy y hasta el próximo día 17. Diez días en los que se prevé que 300.000 parejas valencianas salgan a cenar a algunos de los más de 10.000 establecimientos hosteleros de la Comunitat, o se tomen una copa en una de las 500 fiestas que se han organizado.
La de San Valentín es una de las campañas temáticas que lanza la FEHV con el objetivo de reactivar un sector que no escapa al castigo de la crisis. Los hosteleros han vendido también su oferta más particular durante eventos deportivos como el Mundial de Fórmula Uno o la Volvo Ocean Race, y lo siguen haciendo durante la época navideña o Halloween.
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