Las «tablet» llegan al campo

Habitualmente pensar en la agricultura es pensar en lo tradicional, lo antiguo, lo arcaico... pero no es así. Cada vez son más las nuevas tecnologías que se implantan en un sector que, entre otras cosas, está salvando a muchos en época de vacas flacas. Ahora les toca a las «tablet» -una mezcla entre portátil y teléfono móvil, con conexión a internet- aterrizar en el tradicional mundo de la agricultura.

Los inspectores de la Conselleria de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua van a hacer servir estos aparatos para agilizar la gestión de los controles de las ayudas comunitarias.

De este modo, el personal que se tiene que desplazar hasta las explotaciones para realizar las comprobaciones pertinentes, podrá transmitir los datos al sistema de una forma mucho más rápida y eficaz.

Así, no solo se reducirán los tiempos de retorno de la información, sino que además se mejorará la calidad global del sistema. Hasta ahora, este servicio se efectuaba de manera manual sobre un soporte de papel que había de reproducirse posteriormente sobre un soporte informático.

La utilidad de este nuevo sistema se aplicará al control de admisibilidad de pagos directos de la Solicitud Única, al control de condicionalidad, al control del Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (Sigpac) y progresivamente se incorporará a otros ámbitos como al control de la superficie vitícola.

Cada año la Comunitat Valenciana tramita la Solicitud Única de más de 92.000 titulares de explotaciones agrarias, que se resuelven con pagos por importe superior a los 160 millones de euros, procedentes de fondos comunitarios.

Las declaraciones de los agricultores aportan datos próximos a las 500.000 hectáreas de cultivos, entre las que destacan los cítricos (30 por ciento), pastos (20 por ciento), tierra de labor (17 por ciento, incluido el arroz), olivar (13 por ciento), frutos secos (once por ciento) y en cuantías menores viñedos y frutales.

La mayor parte de estas ayudas repercuten sobre superficies agrícolas (más de 80.000 expedientes) y, abundan menos las explotaciones que disponen de ganadería, pero en ambos casos los controles preceptivos afectan al ciento por ciento de los expedientes, de los cuales, al menos el cinco por ciento, reciben una visita in situ o son inspeccionados mediante técnicas de teledetección basadas en imágenes de satélite.

Estas vigilancias se realizan sobre todo para asegurarse de que el agricultor posee las hectáreas para las que solicita la ayuda.

Este control administrativo requiere una gran laboriosidad por parte de los diferentes equipos de la Conselleria que intervienen en su recopilación, procesamiento y transmisión; y debe hacerse en un plazo de tiempo mínimo y sin errores para que los pagos a los agricultores se efectúen de manera rápida y con el visto bueno de las autoridades comunitarias.

De ahí que la Conselleria de Presidencia y Agricultura haya optado por un dispositivo que reúne los requisitos necesarios de fácil manejo, sin necesidad de cables, escritura de textos breves y edición de imágenes, que permite el trabajo itinerante y desde las mismas parcelas.

El inicio de su uso se va a hacer coincidir con el plazo de presentación de la Solicitud Única, que permanecerá abierto entre el 17 de febrero y mediados de mayo. Más de 100.000 agricultores de la Comunitat Valenciana se benefician de las ayudas de este Pago Único y ayudas directas financiadas por el Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga).

Mejor servicio

Esta iniciativa se enmarca en el proyecto Sigrec, con el que la Conselleria busca prestar un servicio más eficiente a los titulares de explotaciones agrícolas mejorando las garantías de tramitación de las ayudas, que en su conjunto llegan a superar el 14 por ciento de las rentas del sector agrario.

En concreto, el personal de la Conselleria encargado de control de campo contará con 50 dispositivos informáticos de alta conectividad GPRS con unas aplicaciones informáticas específicas sobre la gestión de las ayudas.

Experiencia en Almería

Las «tablet» se están utilizando ya en otras zonas altamente agrícolas, como la provincia de Almería. La cooperativa agrícola Coprohníjar repartió recientemente «tablet» entre sus 130 socios agricultores. A través de una intranet, éstos registran periódicamente las cantidades estimadas de kilos de productos que van a generar, una dato de gran utilidad para la estrategia comercial.