Los «campaners» ajustaron ayer las campanas del Miguelete

El equipo de especialistas voluntarios, encabezados por Francesc Llop, recuperaron la costumbre medieval de apretar los hierros que sujetan los yugos el día de San Lorenzo

Como cada año, desde hace treinta, el día de San Lorenzo los campaneros de la torre del Miguelete de la Catedral de Valencia, recuperan la tradición medieval de apretar los yugos de las campanas con el fin de sujetarlas mejor. «Es el día de más calor del año, aunque ayer el cielo se cubrió y la lluvia refrescó el ambiente», comenta Francesc LLop, presidente de la Asociación Campaners de la Catedral, quien de nuevo llevó a cabo el «repret de les campanes» para aprovechar que las altas temperaturas dilatan al máximo los hierros que fijan las campanas a sus yugos de madera. Llop es uno de los mayores especialistas de campanas de España y ha participado en la restauración de la mayor parte de las que hay en la Comunitat Valenciana. Recientemente formó parte del equipo que intervino en las de la Catedral de Santiago de Compostela.

La Asociación de Campaners está formado por un grupo de 20 personas, todas ellas voluntarias, cuyo empeño es recuperar los toques manuales que forman parte del patrimonio de todos los valencianos. Este año recibieron la mención especial del jurado de los premios que concede la Unión Europea en patrimonio, por su manera de gestionar la recuperación de una de las señas de identidad de los valencianos: sus toques de campana.

Este equipo de personas se encarga también de conseguir ayudas en todos los ámbitos para invertirlas en la conservación y recuperación de estos tradicionales avisadores. Para las del Miguelete han logrado 150.000 euros.

«Las campanas forman parte del patrimonio de todos los valencianos. El Rey Jaume I llegaba a los territorios conquistados haciéndolas sonar para indicar que la población ya era europea», señala Francesc Llop. A lo largo del año desde la Catedral de Valencia se hacen sonar las campanas, al menos, 70 veces, con 350 toques diferentes. Llop insiste en que el manual solo se produce en las catedrales de Valencia, Castellón y Segorbe, mientras que en las de Orihuela y Alicante es automático. «Por ello hay que conservarlo».