Estados Unidos

Los Jaime I abogan por el reciclaje y energías más baratas ante la superpoblación

El Teniente General Rafael Comas da la bienvenida al jurado de los Premios Jaime I que hoy decidirán a los galardonados de su 25 edición
El Teniente General Rafael Comas da la bienvenida al jurado de los Premios Jaime I que hoy decidirán a los galardonados de su 25 ediciónlarazon

El planeta alcanzará los 10.000 millones de habitantes. Luego la cifra se estancará. ¿Demasiada gente para tan pocos recursos naturales? ¿Cómo compaginar la superpoblación con la ecología? ¿Qué papel juegan las energías naturales en el futuro de una sociedad global? El jurado de los Premios Jaime I no tiene todas las respuestas, pero sí algunas teorías respecto al rumbo que deberían tomar los Gobiernos, y ayer las plasmaron en el manifiesto que cada año antecede a la deliberación de la que saldrán hoy los seis nuevos galardonados en las áreas de Investigación Básica, Investigación Médica, Economía, Protección del Medio Ambiente, Nuevas Tecnologías y el dedicado al Emprendedor.

Así, los 20 Premios Nobel que forman parte de este tribunal mostraron su preocupación por el aumento de la población y la disminución de muchos recursos, al tiempo que alertaron de la necesidad de reciclar.

Por ello, en esta ocasión, el elegido para acompañar al presidente ejecutivo de la Fundación Premios Rey Jaime I, Santiago Grisolía, en la rueda de prensa previa a la deliberación fue el Premio Nobel de Física de 1997 y ex secretario de Energía de la Administración Obama, Steven Chu, quuien alertó de que si se llegara a 10.000 millones de habitantes y se consumiera el nivel medio de gasto energético actual, «habría que capturar el cien por cien de la energía solar que llega a la Tierra» para poder abastecer a toda la población, una alternativa prácticamente imposible.

Él apuesta más por mejorar el almacenamiento de energía para reducir los costes. Este ahorro energético, junto con las nuevas tecnologías, permitarán hacer más eficiente el consumo energético.

Aunque el futuro está en las renovables, todavía se funcionará durante los próximos 40 o 50 años con las fuentes de energía tradicional, aventuró. Sin embargo, cree que una de las claves será la energía que capture la emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y logre reducirlas.

Y todo ello bajo un estricto control. «Hay que evitar los errores del pasado», advirtió respecto a las «decisiones equivocadas» que se tomaron durante la revolución industrial y que conllevaron un incremento de la polución. Actualmente es imprescindible una reglamentación adecuada, «bien establecida y se tiene que encontrar la complicidad en la industria». Por ejemplo, evite abusos en el empleo de la técnica del «fracking» utilizada en Estados Unidos y que se plantea usar en España. «Puede que haya riesgos de contaminación de aguas subterráneas, pero con regulación adecuada es posible reducirlos».

Pero ayer también se habló de medicina y de avances que podrían cambiar la sociedad. La clonación humana fue uno de ellos, aunque Richard Roberts (Nobel en Medicina 1993) considera que, pese a que puede ser útil, «la gente no lo verá ético hasta que no se empiece a utilizar».

El Príncipe Felipe asistirá hoy al almuerzo de la Fundación que preside Santiago Grisolía y que este año cumple su 25 aniversario.