Autonomías

Los partidos políticos abren la puerta a nuevas fórmulas de financiación

La Razón
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Cambiar el sistema de financiación de los partidos políticos, aunque no es prioritario, es una cuestión que está encima de la mesa del Gobierno valenciano, más en momentos complicados económicamente como el actual. De hecho, el conseller de Justicia y Gobernación, Serafín Castellano, se mostró dispuesto a suprimir la partida presupuestaria destinada a las formaciones siempre y cuando exista consenso al respecto, algo difícil de conseguir, ya que la oposición apuesta por otras fórmulas.

Actualmente, las organizaciones políticas sobreviven gracias a las subvenciones públicas, a las donaciones y a las cuotas de la militancia. Para el próximo ejercicio, contarán con el mismo presupuesto inicial que en este año, 1,7 millones de euros, a repartir entre PP, PSPV, Compromís y EU, según número de escaños y porcentaje de votos. Sin embargo, fuentes del Consell señalaron que lo más probable es que a lo largo de 2014 esta cantidad sufra algún recorte, como sucedió en 2013, cuando los partidos se repartieron 1,2 millones, medio millón menos de los presupuestado.

La propuesta que lanzó el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, es que los partidos dejen de recibir financiación externa y se nutran de las cuotas de su militancia, medida que les obligaría a subir las mensualidades y les complicaría considerablemente la existencia, sobre todo al PSPV, que tendría que hacer frente a sus números rojos y a la importante caída de afiliados.

En este hipotético escenario sin ayudas públicas, el PPCV partiría con ventaja, puesto que su militancia multiplica hasta por diez a la del principal partido de la oposición. Los populares cuentan con casi 150.000 militantes y sus cuotas rondan los 35 euros anuales. Sin embargo, la competencia de cobrar es de las sedes provinciales y regionales y muchas de ellas aprobaron eximir a sus bases del pago.

Al PSPV no le saldrían las cuentas si tuviera que depender exclusivamente de sus bases, puesto que tiene unos 15.000 afiliados y las cuotas no reducidas son de 90 euros al año. De ahí que los socialistas apuesten por un modelo de financiación público. En este sentido, defienden la eliminación de las donaciones de empresas y abogan por «habilitar las vías de financiación públicas necesarias para el correcto desempeño de su esencial función como instrumento de representación de la ciudadanía».

En esta línea, Compromís presentó en Les Corts su propuesta de «cheque democrático», que permite a cada ciudadano elegir a qué partido debe ir el dinero de las subvenciones.

La líder de EU, Marga Sanz, también se mostró en desacuerdo con la medida de eliminar las ayudas y señaló que no pueden exprimir más a su militancia en momentos de crisis. EU percibió en 2012 más de 123.500 euros por cuotas y más de 373.300 por percepciones de cargos públicos, según se desprende sus propias cuentas publicadas en su web.