Valencia
Los tuiteros que desearon la muerte del «niño torero» dicen que fue un «calentón» y que están arrepentidos
Dos de los acusados aprovechan la última palabra para pedirle perdón al padre del niño fallecido, presente en el juicio, mientras que la tercera acusada prefirió permanecer en silencio
Todos tuvieron un mal día, si bien no recuerdan por qué. Y eso les llevó a descargar su ira contra un niño de ocho años y enfermo terminal de cáncer, que quería ser torero: Adrián Hinojosa.
A los despiadados internautas les soliviantó que se organizara una corrida de toros para recaudar fondos que pudieran ayudar en la lucha contra el sarcoma de Ewing al pequeño Adrian, quien veía en los toreros la entereza , el esfuerzo y el sacrificio que él necesitaba para vencer al cáncer.
A partir de ahí, las explicaciones de los tuiteros (cabe señalar que una de las acusadas vertió su inquina en facebook) fueron de lo más variopintas.
Hoy lunes ha quedado visto para sentencia su juicio en Valencia.
Uno de ellos, el que antes se afanó en reparar el daño, si bien no lo consiguió, explicó que su abuela había muerto de cáncer: «fue diagnosticada de gastroenteritis, y luego tenía cáncer». En una rocambolesca interpretación dijo que él achacaba el diagnóstico erróneo a los recortes económicos en Sanidad, y que por eso le molestó que se hiciera una corrida benéfica para recaudar unos fondos que «según informó La Sexta erróneamente» se iba a quedar la familia Hinojosa. El acusado dijo que su tuit no deseaba la muerte de Adrián, sino que era de tipo económico o político. Versaba de este cariz: «qué gasto más innecesario se está haciendo con la recuperación de Adrián, el niño este que tiene cáncer. No lo digo porque su vida me importe dos cojones, sino porque probablemente este ser esté siendo tratado en la sanidad pública con mi dinero». Este internauta, que asegura que borró su tuit, contactó con la tía del niño para pedir disculpas, pero no consiguió hacerlo con el padre.
La segunda acusada puso el comentario en su cuenta de Facebook, en su muro privado, al que acceden solo «amigos y familiares». Sin embargo, su comentario fue recogido minutos después por la página «Policia.es». La acusada también dijo que lo borró y que también «se enfadó» si bien no supo muy bien por qué. Se declaró antitaurina, pero «sin inquina». Su comentario era el siguiente: «Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar a herbívoros sanos que también quieren vivir. Andaaaaaa ya. Adrián vas a morir». La acusada, al contrario que sí hicieron sus compañeros, no pidió perdón al padre aprovechando su último turno de palabra.
El último de los acusados dijo que cuando ocurrieron los hechos «era un niño» pese a que tenía 18 años, y que tuvo «un calentón», aunque tampoco sabe por qué. Este joven dijo que «ojalá Adrián mate a vuestra madre y se muera también». Este acusado, en el último turno de palabra y mientras pedía perdón al padre del niño, dijo que «el karma me lo ha devuelto, ahora es mi padre el que tiene cáncer»
La acusaciones no coincidieron en la calificación de los hechos. La Fiscalía y la acusación particular lo tildan de delito contra la integridad moral, mientras la acusación popular habla de delito de odio. Los primeros piden penas de un año de prisión y el segundo de año y medio. Ayer quedó visto para sentencia.
Amenazas de muerte al padre
Los agentes de la Guardia Civil encargados de la investigación dieron cuenta de los mensajes amenazantes a los que también hizo referencia el padre y en los que le amenazaban de muerte. Pero la gran mayoría no pudieron ser perseguidos por provenir de países iberoamericanos.
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