Lourdes Bernal: «Los municipios valencianos deberíamos tener más financiación» estatal»

El municipalismo se demuestra andando. Así entiende Lourdes Bernal su trabajo como concejala en la tercera ciudad del país. «Me pongo las zapatillas y me echo a la calle. La piso y la paseo, porque es la única manera de ver qué ocurre y qué es lo que reclama el ciudadano». Un ciudadano cada vez más exigente con sus gobernantes y menos tolerante con sus errores.

-¿Cómo cree que ha afectado la crisis en el día a día de la ciudad? El vecino se queja de que está más sucia, menos cuidada, ¿tiene usted la misma impresión?

-Estoy cansada del discurso fácil. Dicen: «Está todo más sucio. ¡Cómo se notan los recortes!». Todos los concejales estamos haciendo un esfuerzo brutal de viabilidad y de optimización de recursos. Los técnicos, las empresas y los trabajadores también están haciendo un gran esfuerzo para que, al igual que ocurre en las economías domésticas, seguir haciendo lo mismo con menos.

-¿Y cuál es el truco?

-Desde luego es complicado, pero es como preguntarle a una ama de casa cómo se las arregla para llegar a fin de mes. Pues lo mismo. No hace falta ser economista para ver que es una tarea difícil, pero similar a la que tienen todas las familias de este país.

-El exceso del ruido es una de las preocupaciones recurrentes de los residentes, ¿habrá próximamente nuevas declaraciones de Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS)?

-Seguimos reuniéndonos para hablar con los vecinos y los comerciantes y no hay novedades, lo que, por otra parte, es buena señal. Si hay silencio, es que todo va bien. En cuanto a si habrá más ZAS, de momento no se estudian y en las que ya están en marcha, como la de El Carmen, se aplican las medidas que aprobamos para conciliar el ocio con el derecho al descanso. Lo que sí tiene claro este Ayuntamiento es que cada barrio es distinto y que los casos hay que estudiarlos por separado. Lo fácil sería aplicar el mismo rasero para todos, pero sería una injusticia como la copa de un pino.

-La idea del Consistorio es aumentar el espacio peatonal, en especial en el centro histórico y turístico de la ciudad. ¿En qué medida afectará la peatonalización al ruido?

-Depende, pero si se tiene en cuenta que el tráfico es el mayor generador de ruido y quitamos el tráfico... pues eso.

-A Valencia se la ha conocido como la ciudad de los grandes eventos y, casi siempre, en su acepción más negativa. ¿Cómo le gustaría que se la conociera a partir de ahora?

-(Hace una pausa para reflexionar). La de hoy es una Valencia por y para el ciudadano. Todo lo que se hace y se negocia siempre redunda en su beneficio económico y en su orgullo, pero, sobre todo, en dignificación. Quiero recordar, y no es un tópico, que hace mucho tiempo no existíamos. Se hablaba solo de Madrid y Barcelona. Y ahora Valencia existe, tiene un nombre y los turistas quieren volver a ella. Y esto se consigue a base de dignificación. La Valencia de los grandes eventos y la del futuro son la misma, pues son fruto del trabajo.

-Las Administraciones locales, ¿son las hermanas pobres en materia de presupuestos?

-La verdad es que sí. Hay que dejar constancia a quien corresponda de que los municipios, al fin y al cabo, somos los que estamos más cerca del ciudadano y conocemos sus problemas, por eso deberíamos tener más financiación estatal y más concretamente los de esta Comunitat.

-Supongamos que ésta es la última legislatura de Rita Barberá, ¿qué legado cree que deja?

-No me pongo en esa tesitura porque Valencia es Rita y Rita es Valencia. No hay ningún alcalde en este país que se identifique tanto con una ciudad como ella. Dicho esto, no es un legado, lo que ha hecho y sigue haciendo es dignificar a Valencia. Ha conseguido que los valencianos recuperen el orgullo por su tierra y su tradiciones. Si me pregunta cómo es en el plano laboral, le diré que la alcaldesa me ha dado ilusión por un proyecto, grandes dosis de pasión y muchas ganas de trabajar. A mí me da igual en qué Concejalía me quiera con tal de estar cerca de ella, porque estoy segura de que esté donde esté, voy a aprender.

-¿Cómo valora la entrada de nuevos partidos en el Gobierno local?

- Son especulaciones. Pero, sinceramente, creo que hay que apelar a la cordura, saber lo que es útil y entender que votar a partidos que no tienen ningún recorrido afectará a la ciudad los siguientes cuatro años. Las urnas demostrarán lo que quieren los valencianos, que es un equipo de Gobierno sólido, con proyecto y con ganas de trabajar, como lo es el Partido Popular. Lo demás no tiene importancia.

-¿Ya están trabajando de cara a las elecciones europeas del próximo mes de mayo?

-¡Si no paramos de trabajar! Lo que sí le puedo decir es que en la Junta de Gobierno de todos los viernes la alcaldesa nos dice lo de 'ponerse la pilas'. ¡Si es que el día siguiente de ganar las elecciones municipales ya nos lo dijo! ¡Tengo grabada la frase! Nosotros nunca bajamos la guardia. Lógicamente cuando se acercan elecciones se requiere un esfuerzo extra para poder explicar a la gente cuál es nuestro programa.

-¿Cómo pretenden reparar la imagen dañada del político español?

-Lo primero que hay que hacer es autocrítica y ver en qué hemos fallado. Pero considero que no es un problema exclusivo de un solo partido, sino de la clase política en general. Creo que la única manera de mostrar credibilidad es seguir trabajando y consiguiendo resultados. En mi caso, que me conozcan, que sepan cómo hago las cosas. Al final, la gente te cree porque se da cuenta de cómo eres.

-Como concejala de Sanidad, ¿qué opina de la reforma de la ley del aborto?

-Prefiero no pronunciarme hasta que no tenga toda la información, pero lo que está claro es que formo parte de un partido que llevaba en su programa electoral la modificación de dicha ley. No se ha engañado a nadie.

-¿Cree que es bueno que exista un debate incluso dentro del propio partido?

-Entiendo que estos asuntos deben comentarse dentro del partido. El hacerlo fuera da lugar a confusiones y el ciudadano puede llegar a dudar de cuál es nuestra postura. Lógicamente, en un partido con más de 800.000 afiliados pueden existir distintas formas de pensar, pero es un asunto lo suficientemente importante como para que se tenga claro y se saque adelante como corresponde.