Maltrato infantil bajo el sol

Valencia - «A cualquiera le repugnaría ver fumando a un niño de cinco años, ¿no? pues lo mismo ocurre con aquellos pequeños que andan por la playa desnuditos, sin gorro y sin crema protectora». Así explicaban ayer los dermatólogos las «barbaridades» a las que se exponen los menores y los peligros que corren por no hacer caso de las recomendaciones. Si tienen menos de seis meses, nada de sol -los paseos están permitidos- y a partir de esa edad hay que extremar las precauciones. Evitar la exposición solar en las horas más peligrosas -de mediodía a cinco de la tarde- y proveerle de camiseta, bañador, crema y una gorra son otras normas incuestionables. Si los padres o tutores hacen caso omiso de estas recomendaciones, «debería considerarse maltrato infantil», pues las posibilidades de que estos niños tengan un cáncer cutáneo de adulto se multiplican hasta por cinco.

Según explicó ayer Carlos Guillem, presidente del comité organizador del congreso nacional de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) que se celebra estos días en Valencia, los rayos ultravioletas son igual de cancerígenos para la piel como el tabaco para los pulmones, por lo que debería existir una regulación estricta que evitase las exposiciones solares irresponsables.

Por su parte, el presidente de la AEDV, José Carlos Moreno, recordó que no existe «bronceado seguro» y mucho menos el que se obtiene de las máquinas de rayos UVA. Por ello, considera que estos aparatos deberían exhibir obligatoriamente un cartel en el que se advirtiera de que pueden tener efectos nocivos y provocar cáncer igual que figura en las cajetillas de tabaco, ya que se ha comprobado que los jóvenes que empiezan a los quince o dieciséis años a utilizarlas tienen más posibilidades de tener un melanoma en el futuro.

Y es que el melanoma es el tumor que más muertes produce en la especialidad de Dermatología, siendo el «screening o revisión», la mejor medida de prevención. «A pesar de ser la piel el órgano más accesible a todo el mundo, las cifras de mortalidad, lejos de descender, ascienden», lamentó al respecto Guillem. De hecho, el carcinoma basocelular es el tumor más frecuente del organismo en personas de más de cincuenta años, que viven en zonas de gran exposición solar. «Valencia es un claro ejemplo».