Literatura

Comunitat Valenciana

Marina Izquierdo: «Para que haya un cambio, tienes que tomar conciencia»

«LA MITAD SILENCIADA» es el primer poemario de la periodista valenciana, en el que reúne todos los versos que ha escrito en los últimos años en torno a un eje central, la mujer y el feminismo, bañado de la experiencia multicultural de la autora

Marina Izquierdo: «Para que haya un cambio, tienes que tomar conciencia»
Marina Izquierdo: «Para que haya un cambio, tienes que tomar conciencia»larazon

«LA MITAD SILENCIADA» es el primer poemario de la periodista valenciana, en el que reúne todos los versos que ha escrito en los últimos años en torno a un eje central, la mujer y el feminismo, bañado de la experiencia multicultural de la autora

Perfil

Periodista, poetisa y educadora

Marina Izquierdo es actualmente periodista, «bloggera», profesora universitaria, escritora y empresaria. Ha viajado por más de 40 países y vivido en diversas ciudades de diferentes puntos del mundo. Es también conferenciante, columnista, moderadora y organizadora de eventos culturales en España. Su obra literaria ha sido reconocida con varios premios como el «Voces Nuevas de Poesía». Es miembro de la Junta directiva de la Plataforma de Escritoras del Mediterráneo.

-¿En qué temáticas se centra este poemario?

-Este es un poemario reivindicativo, denuncia, que lo que quiere sobretodo es dar voz a esa otra parte de la humanidad que somos las mujeres, ni mejor ni peor, pero con un talento que todavía se anota a los márgenes en la historia. Reivindicativo no solo de visibilización de mujer, sino también de todas las violencias a las que está sometida. Es la otra mitad, y sus derechos son más vulnerados. Este es el motivo de llamarle «La mitad silenciada» y es también el nombre del poema más largo.

-¿De dónde nacen las ganas de escribir su primera recopilación de poesía?

-El poemario no fue un proyecto programado, sino que surgió al reunir muchas poesías que ya tenía escritas. Cuando las agrupé me di cuenta de que la mujer era un tema que se repetía constantemente, y fue entonces cuando hice una selección y la convertí en este libro. No me puse a escribir sobre la mujer, era una preocupación que estaba dentro y que salió a través de los versos. Mi narrativa siempre ha sido poética. Incluso cuando escribía en el periódico, mis entrevistas y mis relatos tenían muchas imágenes y un tono muy poético. Para mí la poesía es el género de la mayor sensibilidad que existe, por eso en el momento en el que estás más sensible, es cuando sale.

-¿Qué le ha llevado a escribir sobre la mujer?

-Siempre he sido una persona muy reivindicativa con el tema de la mujer. Además, tengo dos hijas. También he sido educadora, por tanto es algo que me preocupa y me ocupa. La verdad es que el detonante llegó cuando yo vivía en Malta, donde empecé a escribir poesía. Allí me ofrecieron dar una clase en la universidad sobre mujer y literatura, concretamente, sobre la imagen de la mujer desde el Siglo de Oro hasta nuestros días. Para mí fue determinante, ya que me planteé cosas que nunca antes me había planteado y me di cuenta que la historia no es como nos la han contado. Siempre digo que para que haya un cambio tienes que tomar conciencia. A pesar de haber sido siempre muy reivindicativa en este sentido, fue entonces cuando vi que hay muchos capítulos en los que faltan las mujeres, y que no están, ni se las escucha, ni se las espera.

-¿«La mitad silenciada» puede ser considerado como una oda al feminismo?

-Sí, de hecho, el portal de internet «En femenino» lo ha recomendado como lectura para esta Navidad. Son todos poemas reivindicativos y han incluido mi libro, con lo cual estoy muy contenta. Por supuesto, es un poemario feminista. Pero es que tenemos que empezar a cambiar el concepto del feminismo, para mi es lo más importante. En realidad, el feminismo simplemente es querer lo mismo para ambos sexos. No queremos ser como vosotros, queremos tener los mismos derechos que vosotros, ya está. Yo no quiero ser un hombre, yo estoy muy orgullosa de ser una mujer, pero sí que quiero tener los mismos derechos y las mismas oportunidades. Cuando la gente se empeña en feminismo o machismo se equivocan, en realidad debería de ser machismo o hembrismo, si nos ponemos puristas. Realmente, deberíamos de ser todos feministas como el que es pacifista o ecologista, y verlo en positivo. Eso es algo que tenemos que trabajar entre todas y entre todos, porque necesitamos a los hombres a nuestro lado para esto. Hace falta explicar bien las cosas, pararse a pensar y una buena pedagogía.

-¿Qué derechos crees que harían falta actualmente en España para conseguir la verdadera igualdad entre hombres y mujeres?

-Lo que falta es situar a la mujer en el lugar donde nunca ha estado. Nos falta el referente femenino, valorar el talento de una mujer tanto históricamente como en la actualidad. Y la conciliación, pero la conciliación desde el hombre, porque siempre se piensa que debemos conciliar nosotras, y en realidad es una cuestión de los hombres también, ya que al final, tu hijo se pone malo y la que lo llevas al pediatra eres tú. Hace falta una revisión histórica, cultural, y profundísima en todos los sentidos, y que la gente sepa que la madre del libro electrónico es una científica gallega que se llama Ángela Ruiz Robles o que Margarita Salas ha conseguido el 50 por ciento de los royalties gracias a sus descubrimientos. Si no lo sabemos, no lo podemos valorar. Lo más importante es una revisión curricular para que el género sea una transversal en el sentido de la recuperación.

-¿Eres defensora del «herstory», el movimiento que manifiesta la necesidad de revisar la historia e incorporar a las mujeres que han sido clave en ella pero que han sido invisibilizadas por la cultura patriarcal?

-Soy súper reivindicativa con este tema. En mi Twitter tengo un «hashtag» que es «Referentes femeninos». Los referentes femeninos son muy necesarios en la educación desde la más tierna infancia. Las niñas necesitan espejos en los que mirarse, y no los tienen ni en la televisión, ni en los medios de comunicación, ni en las tertulias, ni en los libros de texto, ni en la historia. Los niños también los necesitan para crear una sociedad más igualitaria, desde el respeto, desde la admiración, y para que desde ese modelo, podamos evitar lacras como la violencia de género. Hay muchas mujeres que han pasado desapercibidas. En este sentido, aparece en España el tema de la Real Academia, que va muy por detrás de la realidad, con todas las mujeres que intentaron ser académicas sin éxito. Hay un montón de mujeres a lo largo de la historia que han pasado sin pena ni gloria, e incluso en su momento tuvieron cierta repercusión, pero eran los hombres los que creaban las antologías y no las catalogaban. Por tanto, hay que tener mucho interés para rastrear y encontrarlas. Lo más importante es que hay un cambio de actitud latente.