Centros de Enseñanza

Marzà justifica la supresión del distrito único por exceso de demanda

Las patronales siguen cuestionando la libertad de elección de los padres sin el distrito único

El conseller de Educación, Vicent Marzà, durante la presentación de su intervención en el Fórum Europa
El conseller de Educación, Vicent Marzà, durante la presentación de su intervención en el Fórum Europalarazon

El conseller de Educación Cultura e Investigación, Vicent Marzà, justificó la supresión del distrito único asegurando que esta decisión responde a la necesidad de hacer frente a la ingente demanda en algunos centros con criterios que permitan un desempate «lógico». Así lo explicó durante su intervención en el Fórum Europa-Tribuna Mediterráneo tras ser preguntado por el presidente de la Federación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos de Valencia (Fcapa), Vicente Morro.

El máximo responsable de Educación, que inició su intervención citando al Papa Francisco mediante un texto que condena la corrupción, aseguró tajantemente que la libertad de elección estaba garantizada en el nuevo decreto de escolarización, donde lo único que se ha hecho «es que todos los centros tengan los mismos criterios para que sean las familias las que elijan y no los centros». A pesar de ello, la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia y Fcapa se manifestaron escépticos ante los argumentos del conseller.

Asimismo, Marzà también tuvo palabras para las escuelas concertadas que se han sentido atacadas directamente con esta y otras medida. «Todos los centros sostenidos con fondos públicos tendrán los mismos criterios, independientemente de su titularidad», aunque quiso recordar que hasta el momento la tipología de familias que asistían a unos centros u otros, habían servido para reproducir las desigualdades sociales.

En este sentido, remarcó la importancia de la educación como «motor de ascenso social» y que todos los niños, independientemente del nivel de ingresos de sus familias, consigan obtener buenos resultados en su formación.

Por esa razón, remarcó la necesidad de ofrecer igualdad de oportunidades mediante la creación de una nueva cultura «que esté al servicio de las personas» como fuente de recuperación e innovación económica y de competitividad.

Así pues, incidió en que la nueva sociedad valenciana se ha de construir a partir de los valores de confianza, cooperación y «edusión» (educación e ilusión) para acabar con los tres grandes problemas que atañen a la Comunitat Valenciana actualmente: el fracaso escolar, la exclusión y pobreza extrema y la infrafinanciación.

En otro orden de cosas, calificó a la Lomce de «retrógrada» a la par que ratificó la necesidad de derogarla y confirmó que los que aprobaron la oposición en 2014 tendrán que volver a presentarse porque esas pruebas «no solo hay que aprobarlas, hay que ganarlas» aunque aseguró que mejorarán en proceso y aumentarán las plazas.