Cerco a la corrupción
Monzó, nuevo portavoz del PP en un «momento difícil»
El único concejal no investigado en el Caso Taula asume la portavocía del grupo en el Ayuntamiento de Valencia «de forma temporal»
El único concejal no investigado en el Caso Taula asume la portavocía del grupo en el Ayuntamiento de Valencia «de forma temporal»
Alfonso Novo se despidió ayer oficialmente como portavoz del grupo popular municipal en el Ayuntamiento de Valencia. Lo hizo, como independiente y de «forma temporal» hasta que se resuelva el Caso Taula por el presunto blanqueamiento de dinero o, de forma permanente, si el partido le expulsa y pasa a ser concejal no adscrito junto con los otros ocho ediles investigados.
Novo deja la portavocía en manos de un preocupado Eusebio Monzó, el único de los diez concejales libre de sospecha. Éste ayer admitía que asume su nuevo cargo (efectivo a partir de hoy) «en un momento difícil» y «para prestar un servicio como ejercicio de responsabilidad». ¿Hasta cuándo será síndico le preguntaron? «Dios dirá», respondió tras explicar que mientras tanto seguirá compaginando su labor municipal con la de docencia en la Universidad.
Con todo, declaró sentirse «respaldado y apoyado» por la presidenta regional de los populares valencianos, Isabel Bonig, con la que coincidió en el anterior Gobierno autonómico.
El otro objetivo de los flashes fue Novo, que llegó al pleno acompañado por casi todos sus compañeros de bancada. Serio y parco en palabras no mostró el mismo afecto por Bonig, de la que dijo que «tiene que darse cuenta» de que los ediles están sometidos a un procedimiento informativo sobre el caso de presunto blanqueo que van a seguir.
Insistió en que no son conscientes de ningún procedimiento en el seno del PP de la Comunitat Valenciana pero sí del expediente de Madrid. «Desde que tuvimos conocimiento, dijimos que nos someteríamos a él».
Ya en el hemiciclo, el pleno aprobó la liquidación del pasado ejercicio, con la abstención de los grupos popular y de Ciudadanos, en los apartados de modificación de créditos extraordinarios y reconocimiento de créditos y obligaciones.
Las previsiones del equipo de Gobierno son que al fin del trimestre la deuda municipal sea de 714 millones de euros y pueda bajar a los 700 millones cuando se liquiden los presupuestos de 2016.
El pleno también dio luz verde a la solicitud de los trámites para adaptar la denominación oficial del municipio al nombre en valenciano.
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