Política

Comunitat Valenciana

¿Por qué la baja maternal debe durar seis meses?

Si los mamíferos tenemos glándulas mamarias es para poder alimentar a las crías hasta que puedan tomar otros alimentos y progresivamente se vayan destetando

Las madres trabajadores no deberían tener que elegir entre seguir amamantando a sus hijos o reincorporarse a su puesto de trabajo. La leche de fórmula no aporta los mismos beneficios que la leche materna
Las madres trabajadores no deberían tener que elegir entre seguir amamantando a sus hijos o reincorporarse a su puesto de trabajo. La leche de fórmula no aporta los mismos beneficios que la leche maternalarazon

Si los mamíferos tenemos glándulas mamarias es para poder alimentar a las crías hasta que puedan tomar otros alimentos y progresivamente se vayan destetando

Si los mamíferos tenemos glándulas mamarias es para poder alimentar a las crías hasta que puedan tomar otros alimentos y progresivamente se vayan destetando. En el caso de los seres humanos, deberíamos ser amamantados de forma exclusiva los seis primeros meses de vida y en combinación con otros nutrientes mínimo hasta los dos años o más de edad. Por tanto, toda madre que decide amamantar aspira a que su bebé llegue a los seis meses sin que este tome leche de otra especie ni ningún otro alimento.

No siempre los inicios de la lactancia resultan fáciles, demasiadas veces supone vencer algunos obstáculos. En ocasiones, se consiguen superar poco antes de la vuelta al trabajo, justo cuando se está disfrutando de la lactancia es cuando hay que reincorporarse al mundo laboral. La gran mayoría de las madres intentan apurar lo máximo posible la baja maternal intentando juntar días de aquí y de allá, pero aun así, no llegan a conseguir prolongar la baja los seis meses de lactancia exclusiva que las sociedades científicas recomiendan. Se ven obligadas a asumir que el lactante que hasta ahora dependía exclusivamente de su leche será atendido por una tercera persona. Una situación bastante desconcertante. A partir de ese momento, tendrá que afrontar que con la vuelta al trabajo quizás tenga que renunciar a la lactancia materna porque piensa que no será capaz de recoger la cantidad de leche que satisface las necesidades nutricionales del lactante.

Continuamente escuchamos que el lactante debe ser alimentado con leche materna de forma exclusiva durante los primeros seis meses de su vida. También que la lactancia debe ser a demanda y que tan solo el bebé sabe la cantidad y el número de tomas que necesita hacer. Son mensajes que transmiten que mientras madre y lactante lo deseen la lactancia materna se puede mantener. Pero la realidad es que la madre que amamanta debe continuar lidiando con dificultades que se van añadiendo. Si opta por un lactancia prolongada, no recibe ningún tipo de ayuda, hay poco apoyo institucional que favorezca su continuación. No es suficiente que los Gobiernos a través de las Consejerías y Ministerio de Salud alienten a las madres para que amamanten, es necesario que las apoyen y desarrollen políticas y planes de acción para proteger la lactancia materna. También hay que aumentar la baja maternal para que no sea el principal obstáculo que impida a la madre ejercer su derecho a la lactancia materna y sea este el motivo por el cual se quede a medio camino, teniendo que realizar un destete involuntario por falta de apoyo institucional.

No dejemos que las madres trabajadoras alimenten a sus bebés con leches de fórmula en lugar de ser amamantados. Para ello, es vital el compromiso del Gobierno en apoyo a la madre que amamanta, siendo imprescindible que se legislen permisos retribuidos de maternidad no inferiores a seis meses. No nos dejemos confundir por la influencia de grupos de presión que interceden y ponen obstáculos en la protección y apoyo al amamantamiento, acusando a las madres que amamantan de ser conservadoras y tradicionales, cuando lo que realmente se pretende es conservar uno de los pocos y únicos derechos que poseemos las mujeres. Y para poder ejercerlo libremente reclamamos medidas eficaces que protejan la lactancia materna y la salud de nuestra descendencia. Hay que olvidarse del imaginario de algunas mentes manipuladoras que, para poner contra las cuerdas a las mujeres, intentan convencernos de que con el amamantamiento lo que se pretende es que la mujer se quede en casa y se dedique a la crianza. ¿Acaso nos han preguntado lo que realmente deseamos? Lo que queremos es invertir en nuestra salud y la de nuestros hijos. Pedimos a los poderes públicos que tomen conciencia y reflexionen sobre lo rentable que resultaría para el sistema sanitario si más madres pudieran amamantar durante más tiempo.

Las leches de fórmula son una alternativa que no es igual de buena ni aporta los mismos beneficios que la leche humana porque no puede proporcionar al lactante los nutrientes para que este crezca y se desarrolle sano e inteligente. ¿Por qué le ponemos zancadillas para mantenerla los primeros seis meses de forma exclusiva? Los beneficios de la lactancia materna perduran con el tiempo, suponen un gran impacto positivo sobre la salud pública y por lo tanto, la responsabilidad debe ser compartida y es competencia de quien nos gobierna desarrollar medidas para proteger la lactancia materna como la forma idónea de una garantía de mejora de salud.

Pueden enviar sus preguntas a consultalactancia@larazon.es