Puig pide ahora un pacto por la educación valenciana

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, dibuja una situación de «renacimiento» de la Comunitat con propuestas ya conocidas

Tal como estaba previsto, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no aportó novedades sobre lo que será la gestión del Consell en los próximos meses. Eso sí, desgranó todas las iniciativas que ya habían sido anunciadas o por él mismo, o por el resto de los miembros de su partido. La única noticia fue su interés por convocar a la comunidad educativa y a los partidos políticos para alcanzar un acuerdo por la educación valenciana, en un momento en el que una parte importante de los implicados se han manifestado en contra de las iniciativas que ha puesto en marcha el Consell.

En este ámbito el presidente señaló que desde la Generalitat se van a solicitar fondos al Banco de Inversiones, a través del Plan Juncker, para que participe en la construcción de colegios en la Comunitat y poder cumplir así con la promesa realizada en el inicio de la legislatura, de hacer 124 centros y eliminar los barracones. La realidad hoy es que el curso escolar ha comenzado con las mismas infraestructuras y el Consell previsto un millón de euros para construir barracones nuevos.

En una intervención demasiado larga para las propuestas presentadas, Puig reiteró la intención de su Gobierno de modificar el modelo sanitario. Así, anunció que se le comunicará a Ribera Salud que no se renovará la concesión al Hospital de la Ribera. De esta forma aseguró que cuando acabe la legislatura habrán vuelto a la gestión pública el centro de Alzira y también y el de Denia. «Por razones de eficacia, calidad y transparencia».

No faltaron las alusiones a la economía y a la necesidad de inversiones en la Comunitat, a pesar de que en el repaso a la actualidad, aseguró que las empresas extranjeras «confían» en la Comunitat. Aquí volvió a hablar, como siempre que se refiere a este tema, de Thyssen Krupp y Ford. Pero también se refirió a la necesidad de buscar inversiones, que aseguró, son otro de los objetivos «clave» de su legislativa. Así señaló que el Consell va a modificar la legislación vigente para regular una nueva figura, la de Proyectos de Inversión Económica Sostenible (PIES) que se complementará en la Ley de impulso a la inversión, a través de la cual se creará una oficina de atracción de inversiones extranjeras.

Pero también habló de financiación y, de nuevo, lamentó que el Gobierno central siga maltratando económicamente a la Comunitat. En el turno de réplica el presidente aseguró que los próximos presupuestos de la Generalitat incluirán los 1.300 millones que el Consell ha denominado «reivindicativos» y que los grupos de la oposición han calificado como de «irresponsabilidad» por reflejarlos también en los gastos destinados a sanidad, educación o servicios sociales.

A lo largo del discurso, Puig habló de avances sociales. La eliminación del copago o el pago a los dependientes. Y aseguró que tras la herencia recibida el tripartito ha iniciado una nueva etapa con tres objetivos fundamentales: «reparación, reconstrucción y renacimiento».

Tras la intervención de Isabel Bonig, Puig acusó al PP de hacer un discurso «radical» y lo responsabilizó de que Rita Barberá «sea senadora territorial». El presidente, que se quedó corto en el tiempo, aseguró que el Consell, a pesar de las críticas de poca gestión, «trabaja con inteligencia».