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¿Qué hay que poner en la canastilla del hospital?

Puedes dejar en casa la mitad de cosas de la lista, entre otras cosas, el chupete si quieres amamantar

El gorro sirve para evitar la pérdida de calor, el cuerpo materno será suficiente. Las manoplas tienen como objetivo evitar arañazos, pero son una tortura para el bebé. Son una barrera para su tacto, uno de los sentidos más desarrollados
El gorro sirve para evitar la pérdida de calor, el cuerpo materno será suficiente. Las manoplas tienen como objetivo evitar arañazos, pero son una tortura para el bebé. Son una barrera para su tacto, uno de los sentidos más desarrolladoslarazon

Se acerca el momento del parto, las madres se interesan y preguntan qué meter en la canastilla del bebé, que no le pillen las contracciones sin tenerla preparada. Por supuesto, ropita para el bebé sin que falte el gorro y las manoplas, y la madre que va a amamantar no debe olvidarse de una buena crema para los pezones. Tampoco está de más por si acaso, meter unas pezoneras, no sea que se necesiten y tenga que ir el padre «pitando» en busca de una farmacia de guardia. No hay canastilla que se precie que no incluya chupete, imprescindible. A la vez, qué importantes los discos de lactancia, necesarios para absorber las pérdidas de leche. Incluso, no estará de más, incluir el sacaleches, de este modo no habrá leche que se pierda. Hay que hacer un hueco para los productos de aseo del recién nacido, una crema hidratante para su delicada piel, colonia, jabón, esponja y por supuesto crema para la zona del pañal.

En definitiva, como es importante que no se te olvide nada, puedes recurrir a «Don Internet», en donde seguro encontrarás cómo preparar una «buena canastilla». Porque, parece ser que hay «buenas» y «malas canastillas», en las que hay que tener previsto hasta el mínimo detalle y no olvidarse de introducir alguna cosa que pueda ser importante y necesaria para estos primeros días como madres.

Olvida todo lo que te he dicho o sácalo de la canastilla si lo has incluido, porque tanto tú como el recién nacido no vais a necesitar muchas de estas cosas en la maternidad. La estancia en el hospital va a ser de dos días si el parto es vaginal, en el caso de cesárea puede prolongarse de tres a cuatro días. Por lo tanto, mi recomendación es que el recién nacido no va a precisar «mucho más que la ropita para el día que salga de alta», ya que en los hospitales públicos te proporcionarán casi todo lo que pueda necesitar, incluido los pijamas.

En cuanto al gorro y las manoplas, el primero para «protegerlo», de la pérdida de calor y las manoplas de algún arañazo, decir que, el cuerpo materno va a ser suficiente para proporcionarle el calor que necesita, a la vez que incluye el alimento. Las manoplas, cuya misión es evitar que el recién nacido se arañe, son más bien una tortura para el pobre bebé. Son una barrera para su tacto, uno de los sentidos más desarrollados que tiene el recién nacido y que tanto necesita durante sus primeros días de vida extrauterina. Impedimos que el lactante experimente, conozca su cuerpo, el mundo y el cuerpo de su madre, dificultando el que pueda relajarse succionando sus manos y encontrar a través del tacto el pecho de su madre, un obstáculo para los receptores de oxitocina, que se incrementan con el contacto de sus manos con el pecho materno, y que son tan importantes para favorecer la salida del preciado calostro.

En definitiva, resulta más traumático para el recién nacido llevar las manoplas que los leves arañazos que pueda hacerse. No obstante, para evitarlos basta con limar o cortar esas uñitas con cuidado. El chupete, no es nada recomendable para los bebés alimentados al pecho. El recién nacido debe succionar del pezón y su uso durante los primeros días acorta el tiempo de amamantamiento y puede suponer dificultades para la lactancia. De manera que, no debe usarse antes de las seis semanas de vida y siempre y cuando la lactancia esté bien establecida.

Así que, olvídate de él, aunque quizás no lo hayas comprado y sea un regalo que iba dentro de la caja que te obsequiaron durante la preparación maternal, que por cierto y dicho sea de paso, debería estar prohibido obsequiar a las gestantes con tal trampa publicitaria que no busca más que futuros clientes de la lactancia artificial.

Tampoco necesitas cargar con los discos de lactancia, lo más probable es que la leche todavía no haya subido y con el calostro es raro que manches la ropa. Para prevenir las grietas, no existe ninguna crema, ya que la causa principal de las grietas es una mala postura o agarre del bebé al pecho y no hay crema que lo solucione, es más, su uso puede dificultar aún más el agarre del bebé al pecho. El pezón de la madre está preparado para amamantar, no es necesario aplicarle nada. Y por supuesto, menos aún intentar solucionarlo con unas pezoneras, que lejos de evitar o disminuir el dolor, probablemente lo aumenten, a la vez que pueden interferir en un aporte adecuado de leche al bebé.

Por lo tanto, ante cualquier problema es recomendable pedir la ayuda de un profesional cualificado en lactancia, para que valore e identifique el problema y te preste la ayuda necesaria. Es normal que la piel del recién nacido este más seca los primeros días después del parto, en el útero materno su piel se mantenía hidratada gracias al líquido amniótico, ahora necesita adaptarse al medio externo y no precisa ningún producto hidratante, cuantos menos potingues y olores mejor, ya que junto con el tacto, el olfato es otro de los sentidos más desarrollado en el lactante.

El lactante reconoce el olor de su madre, un olor aprendido a través del líquido amniótico, por lo que se sentirá más tranquilo si su olfato percibe el olor único de su madre, que es el mejor perfume para él.

Retrasar su primer baño puede ser una buena idea, para no interferir en su adaptación fisiológica, al retirar con el baño la capa protectora con la que nace (Vérnix Caseosa) cuya función antibacteriana le protege de infecciones y facilita la colonización de la flora normal. En resumen, los primeros días del recién nacido son muy especiales, deberíamos evitar poner barreras y obstáculos que puedan interferir en una adecuada adaptación del recién nacido a la vida extrauterina. Por tanto, es importante no incluir estorbos en la canastilla con la intención de prevenir hipotéticos problemas que probablemente nunca se darán y en el caso de que surja algún inconveniente quizás no sean adecuados para remediar el problema.

Pueden enviar sus preguntas a consultalactancia@larazon.es