Valencia

Ribó contradice la ordenanza municipal al silenciar las campanas de San Nicolás

La norma vigente permite excepciones si se trata de una tradición y hay consenso vecinal

Una vecina firma para que el Ayuntamiento dé marcha atrás en su decisión y las campanas vuelvan a sonar
Una vecina firma para que el Ayuntamiento dé marcha atrás en su decisión y las campanas vuelvan a sonarlarazon

La decisión del Ayuntamiento de Valencia de prohibir el volteo de las campanas de la iglesia de San Nicolás contradice lo que se recoge en la ordenanza municipal de Protección Contra la Contaminación Acústica aprobada en 2008.

En esta norma, de carácter local, se lee en su título tercero artículo 15: «Se prohíbe, con carácter general, el empleo en espacios públicos de todo dispositivo sonoro con fines de propaganda, reclamo, aviso, distracción y análogos, cuyas condiciones de funcionamiento produzcan molestias».

Lo que da la razón a la iglesia en su defensa del centenario tañido es la expresión «con carácter general», pues según la concejala del grupo municipal popular Lourdes Bernal, ello abre la puerta a posibles excepciones. De hecho, en el segundo párrafo se matiza que «esta prohibición no regirá en los casos de emergencia o de tradicional consenso, como toques de campanario con motivos de fiestas, y podrá ser dispensada en toda la ciudad o en parte de ella por razones de interés general o de especial significación ciudadana».

Al respecto, Bernal explica que los vecinos de la zona están recogiendo firmas para que vuelvan a sonar las campanas y que la decisión de acabar con ellas ha surgido de la denuncia de una sola persona.

«El repiqueteo nunca ha molestado. Nosotros no recibimos ni una sola queja al respecto durante todos los años que gobernamos. Es más, cuando se declaró El Carmen Zona Acústicamente Saturada el tema no se puso sobre la mesa, lo que indica que no era un problema para el vecindario ni lo es ahora».

A su juicio, la decisión del equipo de Joan Ribó es «meramente política» fruto de una «persecución a todo lo que huela a religión católica». En este sentido, critica que la edila de Medio Ambiente, Pilar Soriano, no haya llevado a cabo ninguna acción de calado en su departamento desde que el tripartito asumiera el gobierno hace ya más de un año y medio.

Desde su llegada al poder, el equipo de Ribó ha cambiado el recorrido de la procesión cívica del 9 d’Otubre para evitar entrar en la Catedral y asistir al Te Deum. Además, ordenó retirar los símbolos cristianos del tanatorio municipal a fin de «respetar todas las confesiones religiosas» y más recientemente, el pleno del Ayuntamiento aprobó la modificación de la ley para poder cobrar el IBI a la Iglesia, aunque no podrá hacerlo por estar esta protegida por la Ley del Mecenazgo.