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Sánchez pide a Puig que defienda a los regantes alicantinos

El presidente de la Diputación denuncia que sin el trasvase Tajo-Segura peligran 40.000 empleos y 100.000 familias

El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, ayer durante la visita del paraje natural El Hondo de Elx-Crevillent
El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, ayer durante la visita del paraje natural El Hondo de Elx-Crevillentlarazon

El problema del agua es actualidad por su escasez y por la confrontación que ha iniciado el Gobierno socialista de Castilla-La Mancha recurriendo el trasvase ordenado por el Gobierno central en cumplimento de los acuerdos entre aquella Comunidad y la Valenciana.

A este respecto, para el PP de la Comunitat valenciana el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, no está defendiendo con firmeza los intereses valencianos frente a Castilla-La Mancha «al ser aquel Gobierno de su mismo partido, el PSOE».

Así lo declaró tras la reunión mantenida con la Comunidad de Riegos del Levante en el paraje natural de El Hondo de Elx-Crevillent, donde defendió de nuevo el Memorándum suscrito por el gobierno central y cinco comunidades autónomas que garantizaba el equilibrio y el reparto racional de los recursos hídricos a la provincia de Alicante.

De ahí que ayer el presidente de la Diputación Provincial de Alicante, César Sánchez, le pidiera que no se ponga de perfil, que esté al lado de los alicantinos, que se manifieste abiertamente y actúe en consecuencia frente al recurso judicial que el Gobierno de Castilla La Mancha ha interpuesto contra los últimos trasvases del Tajo al Segura.

Añadió que no es posible que el gobierno socialista de Castilla La Mancha vuelva a utilizar electoralmente y de forma partidista un tema tan sensible como es el del agua y que para el presidente de todos los valencianos no pase nada. «Es el momento de actuar con firmeza, con mucha determinación y con seriedad, ya que este recurso supone una amenaza y un riesgo para los intereses de la provincia.

Finalmente advirtió de que si el trasvase Tajo-Segura no se hiciese, se perderían 40.000 puestos de trabajo y el sustento de más de 100.000 familias que viven de la agricultura en la provincia de Alicante.

Las manifestaciones de Sánchez se unen a las realizadas el martes por la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, en las que denunciaba la actitud débil de Ximo Puig respecto a este problema, críticas que provocaron una reacción del presidente de la Generalitat expresando su decisión de apoyar «sin falsos postureos» a los regantes, porque «es justa y razonable» su reivindicación y porque hay que preservar la agricultura de la Comunitat.