Sanidad niega la desatención a menores pero admite el fin de programas de cooperación

VALENCIA–La Conselleria de Sanidad negó ayer las acusaciones vertidas en el Observatorio del Derecho Universal a la Salud de la Comunitat Valenciana (Odusalud) acerca de la desatención a menores inmigrantes. Fuentes del Departamento que dirige Manuel Llombart explicaron que, tras la entrada en vigor del Real Decreto 16/2012, todas las personas, «independientemente de su situación legal, son atendidas». Así, la asistencia sanitaria para los que no estén acreditados por el Instituto Nacional de Seguridad Social, sigue siendo la urgente, así como la cobertura total de la atención a los menores residentes en España, a las mujeres embarazadas -y durante el parto y postparto- así como a los pacientes que sufren enfermedades transmisibles.

Respecto a los menores, Sanidad aclaró que la denuncia de Médicos del Mundo se refiere a los programas de cooperación de los que se benefician los niños no residentes en la Comunitat. La atención a éstos implicaba costes como el desplazamiento, la apertura de la historia clínica y la creación de una tarjeta sanitaria temporal. Al respecto, admitieron que, debido a la situación de crisis, este tipo de programas se encuentran «temporalmente suspendidos, hasta que la situación mejore» y la sanidad pública valenciana pueda volver a asumir estos tratamientos, que, recordaron, «se realizan sin contraprestación por parte del país de origen del paciente».

Sin embargo, Médicos del Mundo ha solicitado a la Generalitat el refuerzo de la comunicación de estas coberturas a todos los centros sanitarios, una petición que Sanidad ha prometido tomar en consideración.

Por otra parte, la Junta de Personal del Hospital Doctor Peset denunció ayer que la dirección del centro ha cerrado once de las 32 camas de la séptima planta, donde se ingresa pacientes que proceden de otros servicios como cardiología, neumología o urgencias.

Contribución valenciana contra el sida

El Hospital La Fe de Valencia presenta hoy el descubrimiento de un gen, responsable de una distrofia muscular de cinturas llamada LGMD1F, que contiene la proteína Transportina3, responsable de introducir en las células el virus del VIH y luego reproducirlo. Por tanto, se ha comprobado ya de forma experimental que esta proteína mutada actúa de forma natural como lo que podría ser la vacuna contra el sida, en el caso de este tipo de pacientes.