Soler reclama al Gobierno 1.400 millones desde julio

«Si ese dinero no llega en octubre, podemos tener problemas». Son las palabras del conseller de Hacienda, Vicent Soler, quien ayer calificó de «impresentable» que el Ministerio del ramo adeude a la Generalitat valenciana 1.400 millones de euros procedentes del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que tendrían que haber llegado en julio.

«El problema no es del conseller de Hacienda, sino de todos los proveedores valencianos» que no están cobrando lo que se les debe por ese retraso del Gobierno, una demora que, en palabras del conseller, es «absolutamente partidista» y deja ver una actuación de «deslealtad institucional» por parte del Ministerio dirigido por Cristóbal Montoro.

El conseller de Hacienda compareció ayer junto a la secretaria autonómica de la materia, Clara Ferrando, para presentar un informe elaborado por la Intervención de la Generalitat con el fin de comprobar el estado de las cuentas públicas a fecha de 30 de junio. El resultado, dijo Soler, confirma las preocupaciones de su Departamento.

Por su parte, desde el Ministerio de Hacienda aseguraron desconocer de dónde procede la cantidad de 1.400 millones de euros, y explicaron que los fondos del FLA se pagan de manera mensual, de hecho entre hoy y mañana se devengará el mes de septiembre. Insistieron además en que la Comunitat debería tener liquidez suficiente para hacer frente al pago de sus facturas.

Según el documento de la Intervención, a finales de junio estaba ejecutado ya el 80,4 por ciento del presupuesto de este año, por lo que el margen de maniobra del nuevo Consell es bastante limitado. Soler aseguró además que el déficit para este año no estará por debajo del 2,2 por ciento.

Criticó que el anterior Ejecutivo introdujo en los presupuestos una serie de ingresos «ficticios» con el visto bueno del Ministerio, de los que apenas se ha ejecutado nada. El informe desvela que la deuda de la Generalitat hasta junio era de 43.624 millones de euros, y 1.690 se han acumulado entre enero y junio. Soler criticó que se han hallado 2.000 millones de «facturas en los cajones», sobre todo correspondientes a Sanidad.