Valencia
Trenzas a lo políticamente correcto
La artista zaragozana afincada en Valencia, Sara Sanz, no es una acreadora común. Por ello, la galería Set Espai d'Art de Valencia ha inaugurado una exposición de sus obras, «Sin sentidos», en la que se muestra la peculiar visión, o no visión, de imaginario personal. Pinturas, esculturas y dibujos que ahondan en el proceso de creación de Sanz, quien no duda en asegurar que estos cuadros le sirven para desintoxicarse de sus propios problemas.
«Jugar con lo inocente pero también con lo cruel». Esta afirmación pertenece a una artista que proyecta una contradicción en sí misma. Porque con la ausencia de los sentidos, la vista, el oído, el gusto, el olfato e, incluso, el tacto, no existiría el arte. No obstante, «Sin sentidos» muestra que, en ocasiones, estos dones condicionan la capacidad de apreciar el mundo que nos rodea. Por ello, invita a todos aquellos que quieran acercarse a su peculiar doble visión de la vida a que se despojen de prejuicios.
Pero además, Sanz navega en el surrealismo pop. Una disciplina que domina a la perfección en cada una de sus coloridas creaciones. El retrato de niñas jóvenes, rodeadas de animales y naturaleza, con miradas y sentimientos ambiguos es su personal propuesta expositiva, que se podrá ver en Set Espai d'Art hasta el mes de febrero. Un vistosidad que refleja pequeños momentos íntimos, en los que el ser humano se puede identificar y que invitan a una reflexión universal.
En palabras de la periodista Marta Rosella Gisbert Doménech, quien ha elaborado el texto que acompaña a la exposición, Sara Sanz «le hace trenzas a lo políticamente correcto». Y no es de extrañar. Esta autora afirma que sus obras rezuman «algo de mala leche» para despertar la conciencia del espectador. «Sin olvidar el preciosismo», ya que la belleza es, para la autora, un pilar esencial de su creación. Sin embargo, sus «niñas mutantes», bellas por dentro pero no tanto por fuera, «arañan con garras y ganas el lado áspero del sistema establecido, pidiendo a gritos, no un final, sino un principio feliz». Quizás el pensamiento de muchos en los tiempos que corren.
usto, el olfato e, incluso, el tacto, no existiría el arte. No obstante, «Sin sentidos» muestra que, en ocasiones, estos dones condicionan la capacidad de apreciar el mundo que nos rodea. Por ello, invita a todos aquellos que quieran acercarse a su peculiar doble visión de la vida a que se despojen de prejuicios.
Pero además, Sanz navega en el surrealismo pop. Una disciplina que domina a la perfección en cada una de sus coloridas creaciones. El retrato de niñas jóvenes, rodeadas de animales y naturaleza, con miradas y sentimientos ambiguos es su personal propuesta expositiva, que se podrá ver en Set Espai d'Art hasta el mes de febrero. Un vistosidad que refleja pequeños momentos íntimos, en los que el ser humano se puede identificar y que invitan a una reflexión universal.
En palabras de la periodista Marta Rosella Gisbert Doménech, quien ha elaborado el texto que acompaña a la exposición, Sara Sanz «le hace trenzas a lo políticamente correcto». Y no es de extrañar. Esta autora afirma que sus obras rezuman «algo de mala leche» para despertar la conciencia del espectador. «Sin olvidar el preciosismo», ya que la belleza es, para la autora, un pilar esencial de su creación. Sin embargo, sus «niñas mutantes», bellas por dentro pero no tanto por fuera, «arañan con garras y ganas el lado áspero del sistema establecido, pidiendo a gritos, no un final, sino un principio feliz». Quizás el pensamiento de muchos en los tiempos que corren.
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