Valencia

Un corazón en Dinamarca

Una empresa danesa invita, en agradecimiento, a los médicos que realizaron el trasplante a un empleado

El paciente Kjeld Pedersen sonríe con su nuevo corazón
El paciente Kjeld Pedersen sonríe con su nuevo corazónlarazon

VALENCIA- Los Pedersen disfrutaban de unas vacaciones en la costera localidad de Santa Pola. El matrimonio y sus dos hijos habían llegado de su Dinamarca natal para pasar unos días en familia y acabaron pasando quince días en el hospital La Fe de Valencia. Era noviembre de 2012 y a Kjeld, el patriarca, su cuerpo no le había advertido de sus problemas de corazón. Así que el infarto agudo de miocardio que le llevó al quirófano del centro valenciano le pilló por sorpresa.

Su corazón latía al diez por ciento de su capacidad, cuenta Ana María Bel, médico especialista del servicio de Cirugía Cardíaca. Hasta quince episodios de arritmia ventricular sufrió el paciente durante su traslado en ambulancia al centro. Allí se debatió entre la vida y la muerte durante tres días en los que el equipo médico estudió la mejor salida a su problema. ¿Mejoraría o sería el candidato perfecto para un trasplante?

El tiempo dio con la respuesta y la suerte puso el resto. Apenas un par de horas después de inscribir el caso como Código Cero, es decir, paciente preferente, se encontró un donante. Compatible y en el mismo hospital. Esas cosas que solo pasan una vez en la vida.

El dispositivo se puso en marcha y el protocolo se cumplió sin complicaciones. Casi siete horas de operación, cuatro días en Cuidados Intensivos y otros diez días ingresado hicieron posible que Kjeld regresara a Dinamarca con un nuevo corazón y una gran sonrisa. Le acompañó en su viaje el médico danés que se encargaría de su seguimiento.

«Cuando recuperó la consciencia, no se acordaba de nada. Creía que había tenido una perforación de estómago. Estaba totalmente agradecido y feliz por haberle salvado la vida». Pero la historia que une a Kjeld y a la doctora Bel no acaba ahí, pues meses después se volvían a encontrar, esta vez en el país de los fiordos.

El pasado mes de mayo, La Fe recibió una invitación de la empresa de tecnología industrial en la que trabajaba Kjeld. Organizaba un fin de semana para sus trabajadores, a los que se les iban a mostrar como ejemplo las historias más relevantes que habían vivido algunos de los empleados. Una era la de un ex directivo que había realizado un crucero por todo el mundo. La otra, la del danés con corazón español.

«No sabía nada. Fue algo así como aquel programa, 'Sorpresa, Sorpresa'». Así explica la doctora su llegada a la fiesta. «Nos abrazó llorando y dándonos las gracias. Él y toda su familia. Fue muy emocionante».

Pero la gratitud y el reconocimiento no fue exclusivo de los Pedersen. «Eran 150 o 200 personas las que había allí y todas, sin excepción, nos hicieron saber la buena imagen que tienen de la sanidad española. Nos llegaron a decir que si eso le llega a pasar en Dinamarca, se hubiera muerto».