Alicante

Uno de los dos disparos que recibió la viuda de Sala fue a quemarropa

Así lo han expuesto en el juicio dos forenses, dos peritos de la defensa y el catedrático de Medicina Legal, Fernando Verdú Pascual

Así lo han expuesto en el juicio dos forenses, dos peritos de la defensa y el catedrático de Medicina Legal, Fernando Verdú Pascual

Uno de los dos impactos de bala que recibió María del Carmen Martínez, viuda del ex presidente de la antigua Caja del Mediterráneo (CAM), Vicente Sala, y asesinada en diciembre de 2016 en Alicante, fue a quemarropa y el otro se realizó a una distancia de entre 30 y 70 centímetros. Así se ha expuesto en la undécima sesión del juicio con jurado por este asesinato, en la que se ha realizado una prueba pericial conjunta con las declaraciones de dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Alicante, de dos peritos de la defensa y del catedrático de Medicina Legal Fernando Verdú Pascual -participó en las autopsias del crimen de Alcàsser-, a petición de la acusación particular. Uno de sus yernos, Miguel López es el único acusado en la causa.

Los dos forenses del Instituto de Medicina Legal de Alicante que han comparecido en la vista oral celebrada este martes fueron los que practicaron la autopsia a la viuda de Sala y han incidido en que no se puede concretar el tiempo de supervivencia de la víctima después de que hubiera recibido los dos disparos en la cabeza (sien y pómulo).

A este respecto, el catedrático Verdú Pascual ha apuntado la posibilidad de que ese periodo pudo haber durado unos 45 minutos, pero ha insistido en que no se puede especificar, mientras que los peritos de la defensa han planteado como hipótesis que la víctima pudo haber agonizado unos diez minutos. Por otra parte, los dos médicos forenses han aclarado que tampoco se puede fijar la hora exacta en las que se produjeron los disparos. No obstante, según los peritos de la acusación particular y de la defensa, pudieron efectuarse en un intervalo que iría entre las 18.25 y las 18.55 horas. Además, los expertos del Instituto de Medicina Legal de Alicante han descartado que la víctima muriera asfixiada por su propia sangre después de ser disparada y han recalcado que la causa de la muerte fue un «shock hipovolémico». También han revelado que uno de los dos proyectiles tuvo una dirección descendente y el otro, perpendicular. A su vez, Verdú Pascual ha apuntado que la víctima pudo haber perdido el conocimiento tras recibir los dos disparos dentro de su vehículo, recuperar luego la consciencia y salir del coche.

La viuda de Sala permaneció apoyada a continuación en el turismo hasta que fue encontrada por uno de los empleados del concesionario. La autopsia constata que uno de los disparos que presentaba el cadáver se llevó a cabo a una distancia de entre 30 y 70 centímetros y el otro se produjo a quemarropa (menos de 30 centímetros). También indica que la víctima, de 72 años, sufrió el estallido de ambos globos oculares (hemorragia intensa) a consecuencia de al menos uno de los impactos de bala. Igualmente, no se observan signos característicos de lucha o defensa por parte de María del Carmen Martínez y no se pueden precisar el orden de las heridas, aunque estas fueron seguidas. La Policía sostuvo desde el principio que el móvil del asesinato era la disputa por el control del holding de las empresas familiares. Según esa tesis, Miguel López pretendía con la muerte de su suegra evitar que ella cediese al hijo mayor la llamada acción de oro de Samar Internacional SL., que le otorgaba poder decisorio en esta firma, del sector del plástico y con presencia también en Sudamérica. Samar Internacional es considerada la ‘joya de la corona’ del grupo empresarial de esta familia y facturó cerca de 240 millones de euros en 2016.