Valencia
Valencia, una ciudad que da la espalda a los peatones
Stop Accidentes insta a que no se circule a más de 30 por hora
VALENCIA- «La ciudad de Valencia tiene que volver a ser para los peatones, no para los vehículos como ahora». Esta es la reivindicación de Stop Accidentes, según explica su delegada en la Comunitat Valenciana, Ana Novella.
Las metrópolis pertenecen a los automóviles y son cada vez mayores las trabas para caminar por la ciudad con seguridad, incide Novella, quien afirma que esta ONG se ha marcado como objetivo conseguir que Valencia se convierta en «Ciudad 30». Así, treinta kilómetros hora sería la velocidad máxima permitida para todo el núcleo urbano de la capital del Turia. Este límite supondría una «gran reducción de los atropellos» y además, los que se produjesen «no serían mortales, sino que solo causarían lesiones».
Los pasos de cebra son un punto conflictivo, sobre todo aquellos situados en las cercanías a las glorietas. Las rotondas han aflorado en los últimos años tanto en las urbes como en los tramos interurbanos como un elemento para gestionar el tráfico. «Si un paso de cebra con un semáforo en ámbar ya es peligroso, cuando está cerca de una glorieta es muy arriesgado para los peatones cruzar». Pese a que en el ramal de entrada los viandantes son generalmente respetados, en la salida los vehículos circulan en plena aceleración y la aparición por sorpresa de un peatón puede causar un atropello mortal.
La solución, además de una correcta señalización vertical, pasa por aumentar la distancia entre los pasos y las rotondas, aunque Novella admite que «haría falta un estudio en profundidad sobre la cuestión» para adoptar las medidas más seguras.
Mirar a ambos lados y esperar a que paren los vehículos, no detenerse en mitad de la calzada o no cruzar hablando por el móvil o escuchando música son algunas de las recomendaciones de la Dirección General de Tráfico para caminar seguros.
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