Iñaki Zaragüeta

Zaplana se hizo notar

La Razón
La RazónLa Razón

El expresidente de la Generalitat y del PPCV, Eduardo Zaplana, armó el taco en la conferencia pronunciada el lunes en el Ateneo de Valencia al sacar las vergüenzas de su propio partido y del resto de las formaciones políticas. En mi opinión, con razón. Su gestión fue la más importante desde que se instauró la autonomía como para que su organización, también la sociedad, renuncie y olvide todo ese activo, un capítulo triunfal.

En este sentido, me sorprendió el boicot de la cúpula actual del PPCV, olvidando no sólo la condición de expresidente de la Generalitat sino también de la organización que él catapultó al éxito vivido durante 20 años. No existe motivo alguno para la apostasía de su figura por parte de sus sucesores. Con su postura, nada ganan.

Recuerdo perfectamente cuando, allá por 1995, el recién elegido presidente, en su primer discurso ante el pleno de Les Corts, expresó su propósito, entre otros, de colocar a la Comunidad Valenciana en un papel protagonista en España y en el mundo. Me pareció una utopía, algo fuera de nuestro alcance. Lo logró. Puso los cimientos para el desarrollo de nuestra región y, desde entonces, fue conocida y reconocida allende nuestras fronteras. Los nubarrones aparecieron en periodos posteriores a su marcha.

El mismo acierto tuvo al destacar, respecto al PSPV, que está «limitado por su pacto», en clara referencia al suscrito con Compromís y Podemos, caracterizados por el radicalismo político. En definitiva, «la Comunitat lleva años sin un proyecto claro que sepa y lidere su futuro». Así es la vida.