Restringido
10 claves para entender el 25-M
La irrupción de un partidocreado hace cuatro meses, el descalabro del PSM y la abstención en el PP, marcan los comicios más singulares
Los comicios autonómicos y municipales de 2015 determinarán hasta qué punto el terremoto electoral que sacudió la Comunidad de Madrid con motivo de las europeas se confirma o, si por el contrario, constituyó una aislada llamada de atención a los dos grandes partidos. De repetirse el escenario y desterrada casi cualquier posibilidad de mayoría absoluta, la práctica totalidad de ayuntamientos y el Gobierno regional quedarían en manos de eventuales alianzas. Previsión que, a menos de un año vista, obligará a todas las formaciones a posicionarse y a buscar, al mismo tiempo, una explicación a lo que sucedió el domingo.
PODEMOS Y EL 15-M. Al margen del debilitamiento electoral de populares y socialistas, la resaca electoral dejó como gran titular la enorme fortaleza de Podemos en Madrid. Tercera fuerza a nivel autonómico, logró ser la opción preferida en Rivas, localidad emblema de Izquierda Unida desde hace décadas. Uno de cada cinco votos de los de Pablo Iglesias llegó desde Madrid. Tres años después de la eclosión del 15-M, precisamente en el corazón de la capital, sus seguidores no habían encontrado hasta ahora una lista electoral que supiese aglutinar sus reivindicaciones. Más allá del espacio ideológico compartido entre los colectivos que integran el 15-M y Podemos, la bandera de un discurso antisistema, la explotación de las redes sociales y la configuración de una red de voluntarios –fundamentalmente entre los jóvenes y el mundo universitario– ayudan a explicar su éxito sin precedentes.
LA CAÍDA LIBRE DE TOMÁS GÓMEZ. La carrera política de Tomás Gómez como líder de los socialistas madrileños oscila entre las incontestables victorias en el seno de la formación –se ha impuesto ya en dos procesos de primarias– y los rotundos fracasos cuando debe medirse con otras listas. El domingo cosechó por cuarta vez consecutiva los peores resultados del PSM en su historia: al 35,61% de las europeas de 2009 les siguió el 26,23% de las regionales de 2011 y el 26,03% de las generales de ese mismo año. El domingo, fijó un nuevo suelo en el 18,94%. Su deseo de acercarse, por un lado, a los sectores más radicales de la izquierda y su total sintonía parlamentaria con formaciones tan dispares como IU y UPyD han obligado a Gómez a equilibrios que, de momento, no han dado frutos.
IZQUIERDA ROTA. La incapacidad del PSOE de consolidarse como la cabeza visible del voto de izquierdas ha facilitado la fractura de este electorado. Y es que la irrupción de Podemos convirtió también en amarga la noche electoral para IU a nivel regional. Su condición de quinta fuerza y el no haber logrado los resultados previstos en la Comunidad han llegado después de que las últimas encuestas los situaran casi a la altura del PSM. En los meses que restan hasta las elecciones regionales tendrán que optar entre aliarse con Podemos –como ya han sugerido varios miembros de ambas formaciones– o luchar entre sí por un mismo electorado.
PP: ¿ABSTENCIÓN O TRASVASE? El Partido Popular ha logrado conservar no sólo la condición de fuerza más votada, sino también su distancia respecto al PSM. Pese a todo, se ha dejado en el camino –si tomamos como referencia las europeas de 2009– casi 20 puntos. En aquel momento, logró el 48,58% de los votos y, desde entonces, las urnas le han reportado porcentajes casi idénticos: 51,74% en las autonómicas de 2011 y 50,84% en las generales de ese año. El domingo, sin embargo, cayó hasta el 29,88%. Y con sólo dos posibles explicaciones para ello: que el votante popular se quedara en casa engrosando la abstención, o que una parte de ellos optara por listas alternativas. No en vano, frente a la pérdida de 451.000 votos populares, la suma de dos partidos nuevos como Ciudadanos y VOX, unida a la mejora de resultados de UPyD en cinco años, se tradujeron en 263.000 sufragios.
CRISIS Y DEBATE NACIONAL. Si Madrid ha sabido afrontar mejor la crisis y los indicadores económicos están por encima de la media nacional, también su Ejecutivo ha sido menos castigado. De hecho, frente a los tres puntos que separan en el conjunto de España a PP y PSOE, en la Comunidad de Madrid la diferencia quedó el domingo en el entorno de los 11 puntos.
LA BARRERA DEL 5%. Aunque han irrumpido con fuerza, formaciones como Ciudadanos –con el 4,8%– y VOX –3,6%– deberán seguir creciendo en estos doce meses. De lo contrario quedarán fuera tanto de la Asamblea regional como de plazas como el Ayuntamiento de la capital. Por debajo del 5% de los votos, no tendrán representación. Y por pequeña que ésta sea, su posición podría ayudar a decantar la balanza de los posibles pactos en hemiciclos enormente fragmentados.
LA IMPORTANCIA DE LA CAPITAL. La consigna entre populares y socialistas es clara desde hace meses: «Lo que ocurra en el Ayuntamiento de la capital en 2015 será clave». Las últimas encuestas señalaban una coalición entre PSM e IU como la opción mejor colocada para gobernar el consistorio. Las elecciones del domingo desmintieron este escenario dando un giro de 180 grados a la previsión: PP y UPyD podrían gobernar. Una opción que podría además verse consolidada por VOX. Este partido logró sus mejores datos de toda España precisamente en la ciudad de Madrid: un 4,19% frente al 3,64% regional; en los distritos de Salamanca y Chamartín fue la cuarta fuerza más votada.
CINTURÓN DEL SUR. El análisis de las europeas en el resto de los municipios de la Comunidad arroja un balance similar: los partidos pequeños crecen a costa del retroceso de PP y PSM. Dentro del «cinturón rojo», resultados desiguales: en Getafe, Parla, Leganés y Fuenlabrada, se impusieron los socialistas; en Alcorcón, lo hizo el PP; y en Rivas, Podemos arrebató la victoria a Izquierda Unida.
FEUDOS POPULARES. En localidades tradicionalmente del PP –como Majadahonda, Pozuelo y Villalba–, este partido sigue siendo la opción preferida aunque retrocede. Lo más significativo en algunos de estos municipios, como Las Rozas y Boadilla, es el ascenso de UPyD, que desbanca al PSM como segunda fuerza política.
RECUPERAR LA PARTICIPACIÓN. El dato de abstención, superior al 51%, fue el más alto registrado en unas elecciones europeas en Madrid. La participación cayó dos puntos en la Comunidad y casi cuatro en la capital.
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