100 millones, la factura de Cibeles para recuperar Metro

Cifuentes recuerda a Carmena que ser copropietario del suburbano tiene un precio. Hasta 2011 superaba los 100 millones anuales.

No es la primera vez que la titularidad de Metro salta de los tejados de la Comunidad y el Ayuntamiento de la capital. Lo hizo en épocas pasadas en forma de arma arrojadiza entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz- Gallardón y lo vuelve a hacer ahora entre Cristina Cifuentes y Manuela Carmena, aunque en esta ocasión en una competición por participar en el transporte mejor valorado por los madrileños.

La alcaldesa de Madrid quiere que Cibeles vuelva a figurar como propietario de Metro. La presidenta de la Comunidad aseguró ayer que no habría inconveniente, aunque le recordó que recuperar parte de la propiedad del suburbano requiere de un desembolso al que, según las fuentes consultadas, aún no se le ha puesto cifra en las reuniones que están manteniendo las dos administraciones a cuenta de las aportaciones a la red de autobuses interurbanos de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), que, junto a Metro, están integradas en el Consorcio Regional de Transportes. «El Ayuntamiento está poniendo sobre la mesa la posibilidad de tener parte de participación en el Metro, y nosotros estamos dispuestos a volver a darle parte de la propiedad, pero con la consiguiente financiación», advirtió ayer Cifuentes.

Aunque a priori no hay objeciones a que el Ayuntamiento recupere parte de la propiedad de Metro, en Sol no acaba de comprenderse que hace sólo unas semanas se abriera una auténtica guerra por la financiación de la EMT en 2016 y que ahora Carmena hable de recuperar la propiedad de Metro. La paradoja es que hace dos semanas la alcaldesa tenía pensado reducir en 12 millones la partida presupuestaria para la EMT y ahora parece estar dispuesta a abonar los cerca de 140 millones que el Ayuntamiento abonó al Consorcio de Transportes como copropietario de Metro hasta diciembre de 2011, año en el que Gallardón cedió a Aguirre el 100% de la titularidad de Metro, ahorrándose con ello el 50% de los costes de explotación que hasta entonces asumía el Ayuntamiento.

Aunque las negociaciones aún están centradas en la EMT, lo cierto es que la alcaldesa de la capital ya tiene algunas ideas para el suburbano, como la que adelantó ayer en un chat con ciudadanos en el que consideró «imprescindible» que haya urinarios en el metro. Una idea de Carmena que será trasladada a las reuniones que de forma periódica están manteniendo la concejala de Medio Ambiente, Inés Sabanés, y el consejero del ramo en la Comunidad, Pedro Rollán, en las que aún no se ha llegado a un acuerdo sobre la financiación de los autobuses de la EMT, empresa de la que la Comunidad financia el 45 por ciento, pero quien toma las decisiones es el Ayuntamiento, tal y como subrayó ayer Cifuentes al ser preguntada por la necesidad de renovar la flota municipal de autobuses para luchar contra la contaminación.

Servicio reforzado

Según datos aportados ayer por el Ayuntamiento de Madrid, la red de autobuses de la EMT registró el lunes 1.525.209 usos, 46.000 más que los computados el último lunes del pasado mes, en el que no se había producido ninguna alerta por contaminación.

Aunque los niveles de polución registrados ayer no superaron el umbral necesario para que se ponga en marcha el preaviso de activación del protocolo antipolución, el Ayuntamiento mantendrá hasta el viernes (cuando está previsto un cambio meteorológico) la recomendación de usar el transporte público, ante lo cual Cifuentes anunció que Metro de Madrid pondrá en servicio 21 trenes más (132 coches) de los que habitualmente circulan por la red en el conjunto del periodo de horas punta de la mañana (de 7:30 horas a 9:30 horas) y de la tarde (de 18:00 a 20:00 horas) los días que el Ayuntamiento de la capital active la fase 2, que prohíbe a los no residentes aparcar dentro del perímetro de la M-30.