764.000 euros, la factura de 16 días de huelga de basuras

Más de dos semanas después, el servicio de recogida de basuras volvió en la tarde de ayer a prestarse con normalidad en Alcorcón. 16 días en los que las calles de la ciudad han acumulado centenares de toneladas de residuos y que tuvieron como episodio final la firma de un acuerdo en el que los sindicatos asumieron los planteamientos iniciales del consistorio. Los líderes de CC OO, CGT y CSI-CSIF dieron marcha atrás y finalmente estamparon su firma en un documento –ratificado por los propios empleados de Esmasa en asamblea– con tres puntos: la retirada de las competencias de recogida del vidrio a Esmasa, a través de su externalización; la garantía de que no se procederá a la liquidación de Esmasa, además del compromiso de los trabajadores de Esmasa de «limpiar la ciudad a la mayor brevedad para evitar el riesgo para la salud que estos residuos están provocando».

El alcalde de la ciudad, David Pérez, celebró el fin de la huelga y subrayó que «al final se ha impuesto la razón en un paro que nunca debió comenzar porque no había ninguna razón laboral para su convocatoria». Y reiteró su incredulidad ante el hecho de que los paros se justificaran en el rechazo a una cuestión –la externalización de la recogida del vidrio– que al final se ha aceptado: «Recuerdo que la razón para la que se convocó esta huelga era para que no se firmara ese convenio y debo decir que se va a firmar».

Más allá de la tensión entre sindicatos y consistorio y de las consecuencias sufridas por los vecinos de Alcorcón, esta protesta tendrá un importante coste para las arcas municipales. Entre los destrozos provocados durante los fuertes disturbios del pasado fin de semana –cuyo balance fue de 15 detenidos y 21 agentes heridos– y las penalizaciones a Esmasa por el no cumplimiento de sus obligaciones, fuentes municipales situaron ayer el coste de la huelga por encima de los 764.000 euros. Los graves disturbios que se desencadenaron tras la manifestación convocada por los sindicatos originaron destrozos en el mobiliario urbano y en comercios y bancos de la ciudad por valor, según cálculos de la Administración local, de 200.000 euros. En este cálculo no están incluidos aspectos derivados de los altercados que se registraron de madrugada como, por ejemplo, el hecho de que cinco de los 21 policías que resultaron heridos –dos agentes locales y 3 nacionales– continúan de baja médica.

Pero a estos 200.000 euros habrán de unirse otras facturas que deberán asumir el consistorio y la empresa pública Esmasa, dependiente económica del propio Ayuntamiento al recibir anualmente 15 millones de euros del presupuesto municipal. Entre esos capítulos destacan los 30.000 euros diarios provocados por los incidentes registrados por los equipos técnicos y los vehículos de Esmasa. La mayoría de estos gastos responden a averías en los camiones de limpieza, además de lunas y espejos rotos, ruedas pinchadas, rotura en los ganchos con los que se levantan los contenedores, faros y señales luminosas. Fuentes municipales también han confirmado que, a lo largo de estas semanas, se han sucedido avisos de averías que finalmente no se correspondían con la realidad o rotura de cables en algunos equipos nuevos y cuya reparación suele efectuarse al cabo de los años. Ese coste de 30.000 euros diarios de media durante las 16 jornadas de paros arroja un saldo final de 480.000 euros.

Además, Esmasa ha dejado de ingresar una media de 1.500 euros diarios en virtud de los servicios de recogida de residuos industriales a empresas que, con motivo de la huelga y también del incumplimiento de los servicios mínimos, no se han podido completar. Este capítulo supone un importe final de 24.000 euros. Finalmente, hay que añadir los 15.000 euros que la empresa Tragsa deberá percibir por cada uno de los cuatro días en los que ha prestado sus servicios en la ciudad de Alcorcón. Como consecuencia de la alerta sanitaria que los técnicos municipales detectaron la pasada semana en la ciudad –a través de dos informes en los que se instaba a que se reanuduran a la mayor brevedad las tareas de recogidas de residuos especialmente en entornos sensibles como colegios, centros de salud, hospitales y residencias–, el Pleno municipal, con el rechazo de socialistas y de los ediles de IU y UPyD, aprobó la limpieza de la ciudad, encomendada entonces a Tragsa.

Más de 1o0 sabotajes y 150 incendios

Lo más grave de los incidentes que se han acumulado en estos 16 días de huelga se vivió en la noche del pasado sábado. Tras la manifestación convocada por los sindicatos CC OO, CGT y CSIF, un grupo de entre 20 y 25 radicales comenzaron a provocar a los agentes de las policías Local y Nacional y a quemar basura. Así comenzó una noche de incidentes que terminó con 15 detenidos y 21 agentes heridos. Sólo en esa noche, se detectaron 93 incendios. La mayoría de ellos se originó en algunas de las islas ecológicas en las que se ha ido acumulando la basura. Además, esa noche 57 contenedores resultaron calcinados. Como consecuencia de uno de estos incendios, un vehículo estacionado también ardió. A lo largo de estos 16 días, los incendios ascendieron a más de 150. Al margen de ello, los sabotajes, averías e incidencias en Esmasa superaron el centenar. En total, según las fuentes municipales consultadas, el número de partes de incidencias desde el comienzo de los paros ascendió a 107.