Vivienda
A la venta la «Villa Aspirina» de Ramón y Cajal
La finca de Miraflores de la Sierra en la que el Premio Nobel veraneaba tiene un precio de salida de 4,5 millones de euros
La finca de Miraflores de la Sierra en la que el Premio Nobel veraneaba tiene un precio de salida de 4,5 millones de euros
El primer Premio Nobel de Medicina español pasaba sus veranos en Miraflores de la Sierra, en una finca situada en la urbanización La Colonia que ahora está a la venta por cuatro millones y medio de euros. En los terrenos hubo varias modificaciones: de las pequeñas casas de veraneo en las que Santiago Ramón y Cajal desarrolló su investigación sobre las vías ópticas y los entrecruzamientos de los nervios –base del trabajo que le hizo merecedor del Nobel–, disfrutaba de las vistas o jugaba interminables partidas de ajedrez con su amigo Federico Olóriz –el padre del sistema de identificación de huellas dactilares–, se pasó a una gran residencia estival encargada por el representante en España de la empresa farmacéutica alemana Bayer, que es el inmueble que se comercializa, y que recibe el sobrenombre de «Villa Aspirina», en referencia al medicamento estrella de la empresa del dueño de la finca.
Este edificio de cinco plantas se empezó a construir con piedras berroqueñas y remates de granito en 1920 y en la actualidad conserva gran parte de los elementos originales, entre ellos los tres círculos tallados en los dinteles de la mansión y que representan la forma de las aspirinas. La presencia de una villa de lujo en Miraflores de la Sierra no es fruto de la casualidad ni de un enamoramiento paisajístico repentino del ejecutivo de Bayer. Y es que a pincipios del siglo XX, el municipio serrano se convirtió en uno de los destinos estivales más populares entre las clases pudientes madrileñas, que con la llegada del calor huían de la capital para refugiarse en el pueblo atraídos por las vistas de la sierra y las temperaturas suaves. Así, en diversas fincas repartidas en las afueras de Miraflores veranearon Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura, el secretario personal de Alfonso XIII y preceptor de Juan Carlos I, Julio Danvila, o el presidente de la II República, Niceto Alcalá-Zamora. Toda una serie de personajes ilustres a los que sumará el futuro comprador. Porque, como explican desde la inmobiliaria que gestiona la venta del palacete, «para este tipo de fincas exclusivas, el perfil de compradores es el de ejecutivos de grandes grupos empresariales con alto poder adquisitivo que buscan una segunda residencia para pasar los fines de semana, así como clientes extranjeros –sobre todo europeos y latinos– que están buscando una finca veraniega». Tras ser remodelada en 1990, la casa veraniega destaca por sus lujosos interiores, con suelos de mármol, baldosa hidráulica y paredes recubiertas de azulejos sevillanos.
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