A mazazos contra el monumento a las víctimas del 11-M de El Pozo

Cuatro de los cristales que protegen las litografías con las que se rinde homenaje a las víctimas del atentado del 11-M en la estación de Cercanías de El Pozo del Tío Raimundo han sido vandalizados en las dos últimas noches. Tal y como señaló Ángel de Marcos, miembro de la asociación 11-M, a LA RAZÓN, los cuatro cristales han aparecido hechos añicos, un acto que, según De Marcos, se ha debido de hacer con una maza, ya que explicó que son cristales blindados y antivandalismo que no se rompen si no es golpeando «a conciencia» con un objeto contundente. El Ayuntamiento de Madrid anunció ayer que los reparará inmediatamente después de que la directora general de Patrimonio Histórico del consistorio, Marisol Mena, se desplazara ayer por la tarde hasta el lugar para comprobar los destrozos.

Para la presidenta de la Fundación Víctimas de 11-M, Ángeles Domínguez, el ataque al monumento de El Pozo es «una forma de llamar la atención». «¿Qué consiguen con ello?», se pregunta, y lo atribuye a un acto de vandalismo. «Es triste que quieran destruir un símbolo como el de las víctimas». Por su parte, la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, destaca que tratar de destruir los monumentos de las víctimas es algo que también ocurre con los que se ponen en recuerdo de los asesinados por ETA.

Encuentra relación con los atentados de París y asegura que es una forma que tienen de decir «esto no vale» y escenificar su posición a favor del terrorismo.

Pilar Manjón también relacionó los hechos con los atentados de París, pero en su caso aseguró, en declaraciones a Europa Press, que el hecho de que su asociación esté «contra la guerra y por la paz» tras los atentados de París ha incidido en que se hayan producido estos hechos «tras seis años sin una triste pintada».

Un arreglo «temporal» para el monolito de Atocha

El Ayuntamiento informó ayer de que ha iniciado las obras para subsanar de «forma temporal» las deficiencias detectadas hace 15 días en el monumento al 11-M de Atocha y que tienen un plazo de ejecución de dos semanas. Se espera que la reapertura al público sea la primera semana de diciembre. Además, se prevé para 2016 la implantación de una estructura estable que permita sostener la membrana desplomada.