Transporte

«Agente, ate con cinta la bici perdida y siga con la patrulla»

«Agente, ate con cinta la bici perdida y siga con la patrulla»
«Agente, ate con cinta la bici perdida y siga con la patrulla»larazon

El concejal de Seguridad de Carmena ordena amarrar las BiciMAD abandonadas «a cualquier elemento fijo» para zanjar las quejas de los policías municipales.

Llevaban quejándose bastante tiempo y ya les han dado una solución. El problema es que no parece que ésta vaya a terminar con el problema, por lo que lo califican más como un «parche». Los agentes de Policía Municipal de Madrid denunciaron el pasado mes de agosto que perdían muchísimo tiempo por culpa de las bicis robadas o abandonadas de BiciMad, el servicio municipal de bicis de la capital. Se quejaban de que si veían una bici robada o tirada sin dueño en la vía pública debían quedarse a custodiarla –porque se trata de un artículo robado– hasta que llegara el camión de la empresa concesionaria del sistema a recogerlas, lo que solía traducirse en hasta cuatro y cinco horas de espera.

Durante todo ese tiempo, según denunciaban desde el sindicato CSIT-UP y según publicó este diario hace un par de meses, una patrulla policial quedaba inutilizada durante demasiado tiempo, desatendiendo otras necesidades policiales más importrantes que requerían ciudadanos del distrito que fuera. Además, no era un día aislado sino que se hablaba de alrededor de un centenar de bicis diarias y había barrios que contaban a lo mejor sólo con dos patrullas policiales, por lo que la plantilla, ya escasa, podía quedar toda una tarde en la mitad.

Ahora, la solución que han dado desde el área de Seguridad del Ayuntamiento ha dejado sorprendidos a esos mismos agentes que se quejaban del evidente problema que suponía la custodia policial. «Dicen que las que nos encontremos las atemos a cualquier sitio con cinta policial y nos vayamos, dando la referencia del lugar», explican. La orden está dada por escrito por un mando policial.

Ahora, desde Ayre, la intranet de los funcionarios municipales, se informa del protocolo a seguir a partir de ahora para los agentes cuando se encuentren otra bici de éstas abandonada. Está firmado a 2 de octubre, por lo que los policías llevan actuando así desde principios de mes. «Tras su puesta en marcha, el servicio de alquiler de bicicletas públicas se ha convertido en motivo frecuente de incidencias por los actos vandálicos y por el abandono de bicicletas en distintos lugares del municipio fuera de los puntos habilitados para su depósito, siendo la operativa habitual por parte de las patrullas la comunicación de este hecho a los titulares y custodiar la bicicleta hasta la llegada de los servicios de recogida», recoge el protocolo.

Según explica el mando policial, hasta que se determine un procedimiento consensuado con las partes implicadas que englobe el tratamiento de las incidencias más habituales «se ha acordado que ante la detección de bicicletas abandonadas del servicio BiciMad se proceda de la siguiente manera: Si hubiera una estación de BiciMAD cercana se dejará bien anclada directamente por parte de los agentes, si no estuviera en condiciones de uso se comunicará a la emisora directora la estación en la que queda depositada y el número que tiene asignada la bicicleta para que lo comuniquen al servicio de BiciMAD».

La segunda opción es, sin embargo, la que más ha llamado la atención a los policías y la que más reticencias ha provocado, abriendo un debate interno sobre su verdadera efectividad: «Si no existiera una estación cercana para anclarla se facilitará a la emisora directora (para que lo comunique al servicio de BiciMAD) la ubicación exacta donde se encuentra y el número que tiene asignada, procediendo a sujetarla a algún elemento fijo con cinta policial, no siendo necesaria la permanencia de la patrulla hasta la llegada de los servicios de recogida».

Muchos agentes consideran que la cinta amarrada a una bici podría incluso incitar aún más, en según qué barrios de la capital, a cortarla y llevarse una bici aparentemente sin custodiar a pesar de que lleve la «firma» de la autoridad policial impresa.

Este protocolo está firmado en la intranet municipal por Óskar de Santos, ahora inspector del Gabinete Técnico, que en el organigrama del Cuerpo de Policía Municipal está por encima del inspector Jefe de la Policía, Francisco Caletrio. Por encima de su cargo sólo figuraría el director de la Policía Municipal, Andrés Serrano, e inmediatamente superior, el concejal de Salud, Seguridad y Emergencias, Javier Barbero.

La medida ha creado un debate interno entre los propios agentes. Si bien se ha solucionado parte del problema (los agentes ya no tendrán que perder casi la mitad de la jornada de servicio por encontrar una simple bici o que iban acumulando después en las Unidades de Distrito) no parece que el problema del vandalismo se vaya a solucionar así. «Es poner un parche, bastante cutre, a un problema que hay con este sistema de alquiler de bicicletas», aseguran desde una de las unidades de distrito donde más bicis recogen a diario. Desde la Asociación de Policía Municipal Unificada (APMU), por ejemplo, sí celebran la nueva medida. «No podíamos con tanta BiciMad abandonada y estábamos todos los días a todas horas utilizando recursos de Policía Municipal para custodiar las robadas o abandonadas».

Desde la adjudicataria del servicio, BonoPark, aseguran que hace un par de meses se reunieron con la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, para tratar los problemas que sufría el servicio. El principal, el vandalismo –que destrozaba un tercio de las bicis–, ya no quedará «impune», según BiciMAD. «Se están produciendo vigilancias de paisano o inspecciones aleatorias a usuarios», explican. En este sentido, según avanzó este diario, ya estarían llegando las primeras sentencias contra los saboteadores. Dos juzgados madrileños dictaron recientemente sendas condenas de seis y cuatro meses de prisión por el hurto de estas bicicletas.

El problema del vandalismo con BiciMAD, una iniciativa que nació hace menos de año y medio y ya lo hizo con mal pie (se inauguró con retraso y con problemas en su sistema informático, además de boicots de «hackers») se ha convertido en un problema transversal para el Ayuntamiento. Trae de cabeza al área de Movilidad y, por extensión, también ha afectado a la Policía Municipal (área de Seguridad).