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Alemán, de 47 años y grafitero en Núñez de Balboa

Los grafiteros están perfectamente organizados. Hoy la Delegación del Gobierno y la Comunidad se reúnen para tomar medidas
Los grafiteros están perfectamente organizados. Hoy la Delegación del Gobierno y la Comunidad se reúnen para tomar medidaslarazon

El vandalismo grafitero no es cosa sólo de jóvenes o adolescentes. Tres personas fueron detenidas ayer tras pintar un tren de Metro de Madrid en la estación de Núñez de Balboa y detener el vehículo accionando el dispositivo de alarma, según informó la Policía. Dos de ellos son alemanes de 47 y 36 años y, el tercero, de 33, de los Países Bajos. Están acusados de cometer daños y desórdenes públicos.

Su caso se suma a la cadena de asaltos que se vienen cometiendo desde la noche de Halloween, el 31 de octubre, en el andén 2 de la estación de Tribunal en la línea 1. En el caso de ayer, los grafiteros accedieron al tren sobre medianoche y lograron parar la unidad con la «seta» de la cabina de cola (donde no estaba el conductor). En su acción, pintaron 40 metros cuadrados del convoy, informa Ep. En Tribunal, también usaron el tirador de alarma para acometer un grafiti con una superficie de 10 metros cuadrados.

Las tres detenciones se unen al arresto practicado el viernes día 1 de noviembre en la estación de Metro de Las Rosas, el acto vandálico más importante acometido hasta ahora cuando un grupo formado por más de 40 grafiteros accedieron a las instalaciones de Metro y se enfrentaron a la Policía Nacional.

Un joven de 20 años y origen pakistaní fue detenido entonces y dos agentes de Policía resultaron intoxicados por pintura de spray. El grupo lanzó botes de pintura y rociaron de pintura a los agentes. En total, se requisaron 250 botes de spray. Precisamente hoy está previsto que la Delegación de Gobierno y Comunidad de Madrid se reúnan para analizar la situación de la seguridad en el suburbano tras la sucesión de asaltos de grafiteros. Los sindicatos de la compañía han reclamado un aumento de la seguridad privada en las instalaciones.

Los grafiteros están perfectamente organizados, se conocen los túneles del metro, las conexiones y transbordos, saben los modus operandi de las emergencias de los vagones o cómo acceder a una cabina. Sus actuaciones están dejando de ser una gamberrada para pasar a ser algo más serio. Muchos van cuidadosamente encapuchados.