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Sevilla

Amigos y familiares del agente Javier Ortega: «Ha sido una injusticia, era un buen chaval»

Amigos y familiares del agente Javier Ortega de Navarredondilla, el pueblo donde creció, destacan su pasión por la Policía y su «buen corazón». Hoy serrá enterrado junto a su madre en el cementerio de la localidad abulense

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Luchó sin demasiados recursos pero con todas las ganas para ser policía nacional. «Era su sueño e hincó bien los codos para conseguirlo a pesar de que no lo ha tenido fácil», explican los vecinos de Navarredondilla, el pueblo de Ávila donde hoy será enterrado Javier Ortega del Real, el policía nacional muerto a manos de un delincuente que le arrojó a la vía del tren este viernes tras negarse a identificarse.

Trabajó como guardia de seguridad para sacarse algo de dinero y en febrero de 2009, con 22 años, consiguió entrar en el Cuerpo. Aunque nació en Sevilla y desde hacía seis años trabajaba en Madrid, primero como escolta en el Tribunal Supremo y hasta su muerte en la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, nunca se alejó de Navarredondilla, el pueblo en el que se crió y en el que aún viven su abuelo y sus tíos y, a sólo unos kilómetros, su hermana, su cuñado y su sobrino.

Su abuelo, Mariano del Real, que cuidó del joven y de su hermana Jessica desde su infancia, después de que se quedaran huérfanos a muy temprana edad; su novia Irene, con la que vivía desde hacía años en Ávila, su hermana y sus tíos y primos lloraban ayer en el tanatorio de Navaluenga la trágica muerte de «Javi», de 28 años de edad, cuyo cuerpo fue velado durante toda la noche de ayer en el complejo policial de Canillas.

Del colegio y de su peña

Acompañando a su familia, los compañeros del colegio Santísima Trinidad de El Tiemblo, sus amigos de la peña «Los Kolgaos», con los que aún se reunía en las fiestas, así como amigos de Ávila y Madrid se trasladaron ayer hasta la localidad del Valle del Alberche, cuyo alcalde, Lucio López, manifestaba a Efe «la pérdida enorme» que suponía el fallecimiento del joven para todos los vecinos y para él mismo, ya que era «una buena persona; un chico muy querido».

Con apenas doscientos habitantes, ayer «triplicados» por tan triste convocatoria, Navalarredondilla permanecerá oficialmente de luto hasta el lunes, aunque la pena continuará por mucho más tiempo. «Era un muchacho que se hacía querer», afirmaba un abulensepropietario de un establecimiento situado en el municipio. «No hablo bien de él simplemente porque ya no esté en este caso de verdad que da auténtica lástima lo que ha pasado porque era un chaval majísimo. Ha sido una injusticia. Tenía muy buen corazón», comentaba un vecino de la localidad, situada a poco más de 30 kilómetros al sur de Ávila, ciudad en la que residía y desde la que se trasladaba cada día a Madrid para velar por la seguridad en el transporte público como miembro de la Brigada Móvil.

Su cuerpo será enterrado hoy en el cementerio de Navalarredondilla, junto al de su madre, tras una pequeña ceremonia en la iglesia de Santiago, a la que le seguirán otras misas ya pedidas al párroco por parte de familiares y amigos del joven policía nacional. En Ávila se repetían las escenas de luto.

El alcalde de la ciudad donde estaba empadronado el joven condenó lo ocurrido al asegurar que «la violencia nunca es la solución para nada» y mostró su «solidaridad con los integrantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, especialmente en este momento con los del Cuerpo Nacional de Policía, por su servicio y entrega a la sociedad española».

No sólo desde el Ayuntamiento de Ávila llegaron las condolencias y los homenajes. En Madrid, donde el agente Francisco Javier Ortega desempeñó su labor profesional se impuso ayer de la mano del director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, la Medalla de Oro al Mérito Policial como reconocimiento póstumo a su labor. Además, la alcaldesa de la ciudad, Ana Botella, anunció que propondrá la concesión de la medalla de la Policía Municipal de Madrid. Este reconocimiento, que se aprobará en la Junta de Gobierno de la forma más inmediata posible, se trata de la máxima distinción del cuerpo de la Policía Local de Madrid.

En la UVI del 12 de Octubre

Por su parte, el estado de salud del agresor empeoraba ayer en su ingreso en el Hospital 12 de Octubre hasta encontrarse en estado «muy crítico», según fuentes del propio centro sanitario. Yode Ali Raba, natural de Costa de Marfil y de 28 años, que llegó a España en patera en 2011 y había sido nueve veces detenido en los dos últimos años, se encuentra en la UVI con politraumatismo facial, craneal, torácico y pélvico. Según fuentes hospitalarias consultadas por Servimedia, Yode, que tiró del agente Ortega hasta lanzarlo a las vías del tren, cayó con él con mejor resultado que el policía fallecido en el acto; no obstante al parecer pasó «mucho tiempo en estado de shock, con la tensión muy baja» tras el impacto.

Un crespón negro para despedir al agente Ortega

«Sigo sin entender por qué se van los mejores. Mucho ánimo a Irene y a toda la gente que te queremos. Me incluyo». Éste es sólo uno de las decenas de mensajes que los amigos y compañeros del agente de la Policía Nacional Francisco Javier Ortega del Real «colgaron» en las redes sociales. Sólo unas horas después de su muerte, que tuvo lugar pasadas las 13:30 horas, sus allegados cambiaban sus imágenes en Facebook o Twitter por la del escudo de la Policía Nacional con un crespón negro. Junto a la imagen de luto, mensajes de familiares: «Adiós, primo. Nunca podrás salir de nuestros corazones»; y de ex compañeros de clase: «Nunca te olvidaremos tus amigos del cole. Fuiste un amigo muy bueno y una bella persona. Qué injusta es la vida. Todo mi apoyo para Jessica»–por su hermana–. Las circunstancias en las que se produjo su fallecimiento, en acto de servicio y arrojado a las vías por un hombre con varios antecedentes policiales, al que iba a identificar después de que éste increpara a Ortega y a su compañero desde el andén de la estación de Embajadores, hacía que la tristeza se mezclara con la indignación: «Nadie se lo merece, pero él menos que nadie», podía leerse en internet.