Elecciones municipales
Arruinados tras el 24-M
Los 286 concejales que se dejó el PP en las elecciones o la salida de IU de las principales instituciones dejan tiritando las cajas de los partidos tradicionales. Sólo Gabilondo eleva la asignación del PSOE respecto a 2011
La entrada de nuevos partidos y la polarización del voto han puesto patas arriba el mapa electoral y los partidos que desde el 24-M lo pintan de colores. A nivel interno, las formaciones superan cada día como si de una montaña rusa se tratara. La euforia de los partidos emergentes, como Ciudadanos y Podemos, convertidos en poderosas llaves de gobierno, choca frontalmente con la de los partidos tradicionales. IU se encuentra al borde de la desaparición, el PSOE resiste el envite pese a la pérdida de votos y concejales a la espera de formar gobiernos de coalición; y en el PP, el partido con más poder hasta ahora en la Comunidad, se habla ya incluso del relevo de su presidenta, después de que con toda probabilidad el PP pierda el Ayuntamiento de Madrid después de 24 años de gobiernos populares.
Una vez, las aguas vuelvan a su cauce, las formaciones tendrán que hacer frente no sólo a su pérdida de poder, sino también a la monetaria. La subvención que el Estado da a los partidos políticos depende del número de votos y de los concejales electos obtenidos en las urnas, una ecuación que en el caso de las formaciones de reciente formación se recibirá como agua de mayo, pero que en los partidos de siempre va a hacer estragos.
A la pérdida de ingresos generalizada, proporcional a la de votos, se une que en estas elecciones, la asignación que da el Estado se ha rebajado. Es decir mientras que en 2011 la subvención por cada concejal electo era de 276,86 euros, en 2015 ha bajado a 270,9. Además, si en las pasadas elecciones, por cada voto el Estado concedía 0,55 euros, en éstas se ha rebajado el «precio» de cada apoyo a 0,54 euros. En el caso de los resultados autonómicos la subvención se ha mantenido en 19.981,18 euros por cada diputado electo. Estas cifras sólo se conceden en caso de que los partidos obtengan representación en los plenos, un requisito que afectará en especial a IU e UPyD que no han logrado el 5% necesario para entrar en el Parlamento regional y en el Pleno de Madrid, aunque sí se han mantenido en algunos municipios.
El reparto ha quedado de tal manera que si se atiende a lo que va a recibir cada formación según sus resultados del 24 de mayo tanto a nivel regional como municipal, es el PP de Esperanza Aguirre el que más sufre el recorte, al pasar quedarse con 1, 73 millones y perder, respecto a 2011, 796.323 euros.
En el caso del PSOE, que dirige Rafael Simancas desde la salida de Tomás Gómez en febrero, se queda con 1,2 millones de euros después de perder 77.231 euros respecto a lo que recibió en 2011. El caso de IU es sin duda uno de los más dramáticos, ya que la formación, que encadena una dimisión con otra, se va a quedar con 89.012 euros después de perder 398.650 euros respecto a lo que recibió en las pasadas elecciones de hace cuatro años.
Al partido de Rosa Díaz no le va mucho mejor. La formación magenta, que se convirtió en el «partido revelación» en 2011, se ha quedado a las puertas de decenas de plenos, tan significativos como el de Madrid y el de la Comunidad, lo que le deja una subvención de 47.735 euros, 244.350 euros menos de lo que recibieron en 2011.
La otra cara de la moneda la protagonizan Ciudadanos y Podemos. El partido de Albert Rivera, que en Madrid no tiene mucho más que un año de vida, ha logrado con sus resultados electorales una partida de 557.690 euros. En el caso de Podemos, se debe apuntar que la formación de Pablo Iglesias optó por presentarse sólo a nivel regional, dejando en los municipios que lo hicieran las llamadas «marcas blancas» o candidaturas de «unidad popular» que han integrado personas vinculadas a Podemos así como otros partidos de izquierdas. Por este motivo, la formación morada sólamente recibe la subvención que le corresponde por su resultado autonómico, que, al ser la tercera fuerza política en la Comunidad, con 27 escaños, recibe 539.491,86 euros.
En Madrid, los 24 escaños perdidos por Cristina Cifuentes, respecto a los 72 récord que logró Aguirre en 2011 han costado, y mucho, al PP de Madrid. Cerca de medio millón de euros menos –en concreto 479.548,3– dejarán de ingresar los populares esta legislatura. Al menos, en la Comunidad de Madrid no se han producido los recortes que afectan al abono por concejales y votos en los ayuntamientos y se mantiene en el entorno de los 20.000 euros –19.981,18–, por lo que la bajada está determinada únicamente por la pérdida de votos. Una cifra que, además, es exactamente la ganancia de los socialistas que, con Ángel Gabilondo a la cabeza, se desmarcan de las estadísticas y logran un mejor resultado, de un diputado, respecto al obtenido por Tomás Gómez en 2011. En el otro lado, la debacle de Izquierda Unida y UPyD, que han pasado de 260.000 y 160.000 euros respectivamente en las elecciones autonómicas de hace cuatro años, al cero absoluto, al no haber obtenido ningún diputado en la Asamblea de Madrid.
Además, la irrupción de Podemos y Ciudadanos ha sido más importante que la lograda por la formación magenta, que entró con 8 escaños la pasada legislatura, ya que han obtenido 27 y 17 diputados respectivamente, por los que recibirán algo más de medio millón de euros, en el caso de los de Pablo Iglesias, y 340.000 euros, la formación naranja.
En el caso del Ayuntamiento, tanto PP como PSOE tendrán que hacer encaje de bolillos para cuadrar sus cuentas. El PP, con Aguirre a la cabeza, se ha dejado diez concejales, que suponen en subvenciones una pérdida de 115.039 euros respecto a lo que consiguió Gallardón en 2011. En el caso del PSOE, el batacazo de Carmona se traduce en 67.702 euros menos de lo que obtuvo Lissavetzky hace cuatro años. IU y UPyD se quedan a cero, mientras que Ciudadanos consigue 102.368 euros y Carmena, 285.791, al ser la segunda fuerza.
IU, en quiebra
Al perder toda su representación en la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid y un montante de cerca de 400.000 euros respecto a las pasadas elecciones, Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid se enfrenta a una situación financiera crítica. La formación debe unos dos millones de euros entre deudas con Hacienda, la Seguridad Social y Bankia, lo que les ha obligado a hacer un ERE de sus trabajadores, siete de ellos en la plantilla de base y otros cinco en excedencia que intentarán recolocar. Actualmente, IUCM obtiene ingresos de parte del salario de los cargos de IU, las cuotas de sus afiliados –5.000 aproximadamente– y las donaciones.
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