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Así es la Semana Santa madrileña: todas las procesiones

En la última década han aparecido nuevas hermandades y se han rescatado algunas a punto de extinguirse.

El sonido de cien tambores en la Plaza Mayor pone el punto final a la Semana Santa madrileña. Foto: Cristina Bejarano
El sonido de cien tambores en la Plaza Mayor pone el punto final a la Semana Santa madrileña. Foto: Cristina Bejaranolarazon

En la última década han aparecido nuevas hermandades y se han rescatado algunas a punto de extinguirse.

En Madrid no sólo se cruzan los caminos como diría la canción, también se cruzan las devociones y lo que antes parecía una mezcla extraña de procesiones de todos los lugares y de ninguno, se ha convertido en una Semana Santa bohemia y singular que cada vez atrae más devoción y visitantes de todas partes. Y es que en la capital se han juntado las hermandades de tradición castellana, con sus procesiones solemnes y silenciosas, con las devociones andaluzas que han convertido a Madrid en una pequeña Sevilla cuando sale la «otra» Macarena de la Real Colegiata de San Isidro después del Gran Poder.

Algunas de ellas tienen una tradición muy extensa y cultos multitudinarios, como la del Jesús de Medinaceli. Pero en la última década han aparecido nuevas hermandades e, incluso, rescatado algunas que estaban a punto de extinguirse. Así, desde la Archidiócesis de Madrid explican que han surgido en Vallecas en dos parroquias y otras dos en el centro de Madrid. Todas ellas con un número considerable de hermanos, en torno a 100 y 150 personas, cada una en las primeras procesiones. «Han despertado mucha expectación en los barrios y acude mucha gente a participar en las procesiones que organizan», aseguran.

La primera en irrumpir en el panorama procesional madrileño de la última década fue la Hermandad de Jesús del Amor en Su Entrada Triunfal en Jerusalem (La Borriquita), que retiró a Los Estudiantes la hegemonía del Domingo de Ramos y es, desde 2014, el desfile que inaugura la Pasión madrileña. Un año después, se creó la Hermandad de María Santísima de la Estrella, que en 2016 sacó por primera vez a procesionar a la Virgen de la Estrella por Ensanche de Vallecas, tras constituirse en la Parroquia de Sta. Mª Josefa del Corazón de Jesús.

Y el año pasado fue el estreno de las Tres Caídas, una hermandad inspirada en la sevillana de la Esperanza de Triana que se creó en 2017 con el título de Hermandad Sacramental del Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Esperanza de Madrid y San Juan Evangelista, estableciendo su sede en la Real Iglesia de San Andrés Apóstol, en el barrio de La Latina. Este paso también quitó la exclusividad del Miércoles Santo a Los Gitanos, y comparten, desde entonces, las calles del centro de Madrid.

Pero no sólo se han creado de nuevas hermandades, también se han rescatado de la extinción algunas con solera, como la del Perdón en Puente de Vallecas, que volvió a procesionar con el nombre de Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón y María Santísima de la Misericordia el Viernes Santo de 2010, después de treinta años sin salir. Hace dos años, estrenaron un nuevo paso sacramental llevado por costaleros.

Igualmente, en algunos pueblos de la provincia han resurgido hermandades que estaban extinguiéndose. Desde la Archidiócesis destacan además que en la capital se ha incrementado el número de participantes como hermanos o como cofrades. De este modo, el número aproximado de personas que participan activamente en el desarrollo de la procesión como penitentes, costaleros, anderos, bandas de música, etc. en las salidas procesionales es de entre 2000 y 2500 personas. «Ha habido, en general, un número mayor de incorporaciones en relación con otros años», detallan.

Y junto a la devoción, muchos visitantes eligen Madrid para pasar la Semana Santa por la espectacularidad de sus procesiones. Un ejemplo claro de ello es el traslado del Santísimo Cristo de los Alabarderos el Martes Santo. Antes de que procesione el Viernes de Dolores, se realiza un pequeño traslado de la talla desde la Iglesia catedral de las Fuerzas Armadas, hasta el Palacio de Oriente. Un recorrido de apenas 350 metros que, sin embargo, reúne cada vez más espectadores puesto que se realiza con la compañía de las Cornetas y Tambores de la Unidad de Música de la Guardia Real.

La Borriquita, los Estudiantes, Los Gitanos y las Tres Caídas abren la boca de la Pasión madrileña que tiene a Jesús el Pobre y Santa María del Dulce Nombre –cuya salida, con los anderos de rodillas, es la más espectacular de toda la Semana Santa madrileña–, el Gran Poder y la Macarena, el Jueves Santo. Los recorridos de Santa María del Dulce Nombre y Jesús del Gran Poder se suelen cruzar, produciéndose entonces un emotivo momento cuando Nuestra Señora se inclina para saludar a Jesús.

Imperdible es también la procesión más numerosa de la capital, la de Jesús de Medinaceli, y la del Silencio, así como Los Alabarderos que, el Viernes Santo, recorren el centro de Madrid, así como el Santo Entierro. Y el Sábado Santo se produce también otro encuentro, éste siempre programado en la procesión de La Soledad entre la Virgen y el Cristo Yacente. Para terminar, el domingo acude la Tamborrada a la Plaza Mayor.