Transporte

Así será su vida sin la línea 1

Las obras para la mejora de la seguridad del recorrido más antiguo de la capital ya han comenzado, dejando otras alternativas

Uno de los autobuses especiales implantados como solución a la supresión de la Línea 1 de Metro
Uno de los autobuses especiales implantados como solución a la supresión de la Línea 1 de Metrolarazon

Los madrileños estrenaron ayer su jornada laboral sin la conocida «columna vertebral» del metro de Madrid: su línea 1.

Los madrileños estrenaron ayer su jornada laboral sin la conocida «columna vertebral» del metro de Madrid: su línea 1. Las obras comenzaron el domingo, 3 de julio, y durante el transcurso de 133 días afectarán a las estaciones comprendidas entre el tramo de Sierra de Guadalupe y Plaza de Castilla –estas dos se mantendrán operativas, así como el resto de la línea–. Un total de 23 paradas que terminarán su renovación el próximo 12 de noviembre. El objetivo de estas reformas es mantener la seguridad de los miles de viajeros que la utilizan a diario. Con una media de siete millones de viajes al mes –en 2015 se registraron más de 85 millones de trayectos realizados en la Línea 1, sólo superada por la Circular– es la segunda línea más demandada del conjunto. La línea 1, la más antigua de la capital, fue inaugurada por el rey Alfonso XIII en 1919. Entonces sólo tenía ocho paradas repartidas en un recorrido de unos tres kilómetros y medio. Tantos años de historia a sus espaldas han provocado una evolución «obligada» hasta sus actuales 33 paradas en casi 24 kilómetros de vía, pero también su deterioro.

Aunque estaba previsto que las obras comenzaran el pasado 18 de junio, la huelga realizada por Renfe Cercanías frenó esta idea, al no poder ofrecerse, en el caso de llevar a cabo las reformas, una alternativa a los usuarios. Así, y tras superar la limitación de plazas de Cercanías durante los paros, el Consorcio Regional de Transportes determinó el pasado domingo como fecha definitiva.

Dicho y hecho. Desde entonces se está desarrollando la gran obra de ingeniería en la que se va a invertir un total de casi 70 millones de euros. Se trabajará en ella durante los siete días de la semana, las 24 horas del día para consolidar la estructura del túnel, de forma que la bóveda quede recubierta con hormigón. También se instalará una catenaria rígida para que sea más eficaz y también se mejorarán los sistemas de comunicaciones del Puesto Central de Mando, entre las principales remodelaciones.

El Gobierno regional es consciente de lo que supone cerrar esta línea para sus usuarios pero ha antepuesto la seguridad. Para tratar de paliar las molestias se han diseñado alternativas de transportes con un refuerzo de la red de autobuses de la EMT con tres servicios especiales (Plaza de Castilla- Cuatro Caminos, Atocha Renfe-Sierra de Guadalupe y Conde de Casal- Sierra de Guadalupe) y con una frecuencia de entre 3 y 5 minutos. También las líneas convencionales intensifican entre un 25 y un 35 por ciento sus servicios. Es el caso de los números10, 37, 102, 143 y 145. Renfe Cercanías aumenta su frecuencia en sus líneas C2, C3, C4 y C7. Tampoco hay que olvidar la posibilidad ofrecida por BiciMAD, pues alquilar una bicicleta puede ser una opción muy práctica para zonas como Sol o Gran Vía. Pero las posibilidades no se limitan al sector público, la empresa Uber oferta trayectos por cuatro euros en el tramo de estaciones afectadas.