Manifestaciones violentas

Aumenta la presencia policial en la zona centro por los menores rumanos

El dispositivo policial era ayer más numeroso tras la denuncia de LA RAZÓN

Un agente municipal custodiaba ayer a dos menores
Un agente municipal custodiaba ayer a dos menoreslarazon

MADRID–Llevan campando a sus anchas desde hace muchos meses. Se trata de un grupo de una decena de menores de origen rumano que, cada día, hacen la misma ruta por el centro de la capital con la intención de robar todos los móviles que se encuentren a su paso en las mesas de las terrazas más concurridas por los extranjeros que visitan Madrid. Al tratarse de menores de edad y no llevar nunca encima su identidificación encima, la Policía poco puede hacer con ellos pero su mera presencia tiene un efecto disuasorio para la actividad delictiva que practican. Por eso, tras la denuncia ayer de este diario del itinerario fijo que hacían de lunes a viernes estos pequeños ladrones, la presencia policial en la zona centro se vio incrementada en comparación con los días anteriores en los que este periódico realizó el seguimiento.

Tanto la Policía Nacional como los agentes de la Policía Municipal patrullaron las calles de la «ruta de los móviles» con mayor frecuencia. Les solicitaron la documentación en varias ocasiones y, en definitiva, «entorpecieron» su trabajo por lo que ayer tuvieron un día «flojo».

El GRUME de la Policía Nacional de Madrid, el grupo especializado en menores, les ha detenido en 1.100 ocasiones en los primeros seis meses del año. Un dato alarmante que pone de manifiesto la impotencia que suponen este tipo de casos para policías, jueces (que sólo pueden aplicar la actual ley del menor) y turistas que confían en dejar sus teléfonos tranquilamente mientras toman una caña pensando que la capital es un sitio seguro. El modus operandi de estos jóvenes que viene cada día desde la Cañada Real hasta el centro de la capital raya el ritual. Su puntualidad es asombrosa. A las 10:30 horas comienzan su «jornada laboral» en Atocha y llegan hasta la glorieta de Neptuno, su punto preferido para actuar. Desde allí suben por la carrera de San Jerónimo para «esconderse» de nuevo por Marqués de Cubas y Alcalá. Por esta zona aledaña al Congreso les siguió ayer un indicativo de la Policía Nacional que les obligó a echarse una carrera, a pesar de que no habían conseguido robar ningún móvil en la terraza anterior. Quienes están cansados de estos pequeños son los hosteleros de la zona, cuya clientela sufre cada día los estragos de esta pequeña banda organizada. Los móviles suelen venderlos a delincuentes de origen marroquí asentados en Lavapiés, según fuentes policiales.