Conflictos laborales

Botella actuará contra FCC por el estado de la flota de basuras

La Razón
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Numerosas han sido las quejas registradas en el Ayuntamiento de Madrid por el servicio de recogida de basura. Desde el pasado 1 de noviembre, una nueva empresa, –Cespa (Ferrovial) y Urbaser (ACS)–, se encarga del servicio en lugar de FCC, que durante 74 años fue la encargada. Desde el consistorio explican que las «disfunciones puntuales» que hayan podido tener, especialmente en horarios y frecuencias, han sido derivadas del mal estado de la maquinaria que la anterior adjudicataria ha devuelto al Ayuntamiento. Las condiciones del contrato exigían la devolución de los 239 camiones de basura en perfectas condiciones de uso. Sin embargo, FCC devolvió 70 vehículos en muy mal estado. Como consecuencia, la actual empresa se vio obligada a alquilar una flota de 60 camiones procedentes de Holanda y Alemania para llevar a cabo la recogida de basuras.

Según recoge el contrato, el Ayuntamiento de Madrid puede tomar medidas contra la anterior adjudicataria con la incautación de la garantía depositada, que rondan los 25 millones de euros. Así, el concejal de Medio Ambiente y Movilidad de la capital, Diego Sanjuanbenito, anunció ayer que «vamos a actuar contra la anterior concesionaria del servicio, de hecho ya lo estamos haciendo, y a asegurar el pleno cumplimiento del pliego cuando esto sea posible». El edil también reconoció esas «disfunciones», pero aseguró que «a día de hoy el servicio ya está estabilizado».

Los grupos municipales de la oposición criticaron el uso de diésel en los nuevos vehículos, ya que en el contrato se especifica que deben funcionar con gas natural comprimido. El titular del área aclaró que, ante los problemas originados por FCC, el Ayuntamiento autorizó el uso de esos vehículos por ser «excepcional». Asimismo, el delegado anunció que estos camiones «se irán retirando a medida que se vayan resolviendo los problemas con los que tenían que estar en buen uso» y que la recogida de basuras es un servicio prioritario que no puede interrumpirse.

Por su parte, la nueva empresa contrató a más de 100 trabajadores además de la subrogación de toda la plantilla que quería continuar prestando este servicio en la periferia. Gracias a la implicación de los trabajadores, el servicio de recogida de basuras se ha llevado a cabo, pese a la falta de maquinaria y efectivos. Ante todos estos problemas, la entidad decidió bonificar a cada trabajador con 300 euros por el «trabajo extra».