Cae una banda que asaltaba chalés con sus moradores dentro

La Guardia Civil desmanteló ayer una banda de delincuentes especializada en desvalijar chalés de lujo en la Sierra de Madrid. La célula estaba compuesta por cinco atracadores de origen albanés de edades entre 29 y 39 años, que tras su detención se encuentran en prisión. La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa y la comandante María Dolores han explicado los detalles de la operación durante la rueda de prensa.

Cada uno de los integrantes del grupo viajaron a España desde Albania con el objetivo de perpetrar los robos en un corto período de tiempo. Para llevar a cabo su deseo en tiempo récord, los cacos aprovecharon el espacio legal de tres meses para permanecer en España. Una vez realizado los robos -llevaron a cabo una cincuentena- su intención era regresar a su país sin dejar rastro, ya que su fin no era integrarse en España como un grupo delincuente organizado. Pero no pudo ser así ya que la continua tarea criminal de los delincuentes hizo saltar la alarma. No era la primera vez que visitaban España con el mismo modus operandi, y es que el pasado mes de noviembre dos componentes de la célula albanesa fueron detenidos en Barcelona. Tras su puesta en liberta viajaron a Madrid, alquilaron pisos en la capital (de los cuales tres de ellos han sido registrados por el instituto armado) y enfocaron su actividad delictiva en domicilios unifamiliares de alto nivel adquisitivo, cerca de las autovías A-1 y A-6. Las viviendas afectadas se encontraban en las localidades de Guadarrama, Las Rozas, Majadahonda, Torrelodones, Galapagar, Alpedrete, Collado Villalba, Becerril de la Sierra, Colmenar Viejo, Algete, Paracuellos del Jarama, Alcobendas, Pozuelo de Alarcón y la zona de Aravaca. Una gran cantidad de localidades afectadas que llevó a la Guardia Civil a investigar las causas de este incremento de asaltos a residencias. Tras un estudio pormenorizado de los hechos sólo le hizo falta a la benemérita tirar de la cuerda para encontrar al cabecilla de esta célula.

Gracias al buen conocimiento del terreno y su profesionalidad, conseguían realizar la operación con rapidez. Su única intención era robar objetos de valor, por esta razón no tenían la necesidad de ir armados. Antes de atracar las viviendas, los asaltantes estudiaban el terreno para posteriormente escoger como objetivo dos o tres chalés. En la mayoría de los casos eran cuatro “cacos” los que realizaban el robo y siempre lo hacían en horario de tarde o noche. Una vez seleccionados los puntos de mira, aparcaban el coche en las inmediaciones, saltaban la valla perimetral de la casa, escalaban hacia la primera o segunda planta y en pocos minutos se agenciaban de todas las joyas, relojes, móviles, elementos electrónicos, carteras, bolsos, gafas de sol, regalos de boda y objetos de valor sentimental, que se encontraban a su alcance. Tras hacerse con el botín, los atracadores abandonaban el chalé y se dirigían a las autovías para escapar los más rápido posible, siendo un verdadero peligro para el tráfico, detalló Dancausa.

A pesar de que en ciertas ocasiones los moradores se encontraban en el interior de la casa en el momento del asalto no hubo ningún herido. Ante el temor de ser agredidos, los dueños de las viviendas intentaban esconderse en alguna habitación fuera del alcance de los atracadores. Aún no se ha podido cifrar el valor de todo lo robado, pero entre los efectos incautados se encuentran un gran número de bolsos de mujer; centenares de artículos de joyería como collares, pulseras, anillos o pendientes; decenas de relojes, efectos electrónicos y telefonía móvil, gafas de sol, carteras y más de 15.000 euros en efectivo. Parte de estos artículos se vendían a peristas en España para sobrevivir y sufragar los gastos durante su estancia y la otra parte era enviada a su país de origen por vía aérea.

No es el primer robo que se produce en la Comunidad de Madrid, y es que los agentes de la Comandancia de Madrid del instituto realizaron 20 intervenciones, con 75 detenidos y 450 robos en viviendas.