Ahora Madrid

Carmena lanza una consulta «teledirigida» sobre la Gran Vía

Añade a la consulta popular de febrero cuatro preguntas sobre aspectos técnicos que afectarán a la peatonalización de esta calle. La oposición denuncia que su redacción es poco neutral y favorece los intereses de Ahora Madrid.

La consulta preguntará sobre las aceras y los pasos de peatones de la Gran Vía
La consulta preguntará sobre las aceras y los pasos de peatones de la Gran Víalarazon

Añade a la consulta popular de febrero cuatro preguntas sobre aspectos técnicos que afectarán a la peatonalización de esta calle. La oposición denuncia que su redacción es poco neutral y favorece los intereses de Ahora Madrid.

En la semana del 13 al 19 de febrero los madrileños tienen trabajo. Ya sabían que durante esos siete días podrían pronunciarse en torno a cuestiones como la implantación del billete único para el transporte público o la propuesta para fomentar un «Madrid 100% sostenible» además de elegir cuál de los dos proyectos finalistas para la reforma de la Plaza España se llevará a cabo. El delegado de Participación Ciudadana, Pablo Soto, anunció ayer en la comisión del ramo que, aprovechando la celebración de esa consulta, los vecinos de la capital tendrán además la posibilidad de contestar a cuestiones acerca del futuro de la Gran Vía.

Serán cuatro preguntas sobre aspectos técnicos de esta calle, relativos a la ampliación o no de las aceras, la instalación de más pasos de peatones para mejorar la comunicación, la reforma de las plazas situadas a la espalda de la Gran Vía y el mantenimiento de la prioridad al transporte público colectivo. Soto expresó ayer su «alegría y orgullo» por incorporar el debate sobre la Gran Vía a la primera consulta ciudadana que celebrará la ciudad de Madrid.

Pero, ¿qué ocurrirá si los madrileños mayoritariamente dicen «no» a la ampliación de las aceras? Preguntado a este respecto, Soto dejó claro que el Ayuntamiento tomaría nota y renunciaría a esta idea. Las cuatro preguntas son, por tanto, vinculantes, lo que podría implicar que no se lleve finalmente a cabo el plan avanzado por la alcaldesa y por el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, para crear una plataforma única sin bordillos en esta calle y con posibilidad de regular el número de carriles abiertos al tráfico. «El tiempo de hacer encuestas y que luego el gobierno haga lo que quiera tiene que pasar». Más allá de estas reflexiones del delegado del área encargada de preparar la consulta, el Gobierno de Ahora Madrid parece sólo trabajar en un escenario en el que la respuesta a sus preguntas sea afirmativa, al menos, según sus intervenciones en público. La portavoz del equipo municipal, Rita Maestre, subrayó el jueves que hay «consenso ciudadano» alrededor de la peatonalización de esta arteria del distrito Centro. La propia redacción de las preguntas predispone a una respuesta afirmativa, ya que, por ejemplo, se atribuye a la ampliación de las aceras y a la instalación de más pasos de cebrar una «mejora» del espacio y la comunicación peatonal.

«Tú eres muy simple»

A todo ello se suma la inclusión en el borrador de presupuestos para este año redactado por el Ejecutivo de Carmena –aún sin aprobar y en proceso de negociación– de una partida de tres millones de euros para ampliar las aceras de la Gran Vía, cuya ejecución está prevista entre 2017 y 2018.

En la Comisión de Participación celebrada ayer, Soto defendió el modelo de consulta frente a las críticas de la concejala de Ciudadanos Silvia Saavedra. La edil de la formación naranja reprochó a Soto que hayan puesto en marcha procesos demasiado «complejos» para los vecinos de la ciudad. Visiblemente molesto por la intervención de Saavedra, el delegado de Ahora Madrid negó la mayor: «A ver si no van a ser muy complicados los procesos de participación y lo que pasa es que tú eres muy simple». En el turno posterior, Soto se disculpó por estas palabras.

La puesta en marcha del mecanismo de consulta ciudadana para decidir la futura imagen de Gran Vía sólo gustó ayer al Grupo Municipal socialista, cuya portavoz, Purificación Causapié, aseguró que «la Gran Vía tiene que cambiar». «El Pleno ya ha aprobado la necesidad de que haya una APR que incluya Gran Vía y creo que hay que hacerlo con los vecinos, con los comerciantes y con una consulta, sin duda», añadió como una forma de dar «una solución» a para esta calle. Las preguntas incluidas en la papeleta no fueron, sin embargo, del gusto de los ediles del PP y Ciudananos. El popular Pércival Manglano no dudó en calificar de «engaño» la consulta propuesta por Ahora Madrid que, dijo, se realiza para refrendar «una decisión ya tomada». «Las preguntas anunciadas sobre el futuro de Gran Vía están absolutamente teledirigidas para que el ciudadano que responda conteste lo que quiere Carmena que responda, es decir, decir que sí a cada una de las preguntas», criticó. La líder de Ciudadanos, Begoña Villacís, aseguró por su parte que la consulta «no será limpia ni justa» y la comparó con la que hace unos meses el Ayuntamiento puso en marcha para decidir sobre el futuro de la Plaza de España: «Si uno quiere que prospere y cree verdaderamente en la participación ciudadana, tiene que plantear las consultas de forma que no se le vea el plumero o su posición con respecto a ella», apostilló para añadir que «la propuesta tiene que reclamar la respuesta real de los ciudadanos» y, en este caso, «no es así». Tampoco gustó a la mayoría de la oposición que la cuestión de fondo, es decir, la peatonalización, esté tomada «desde hace meses» y que con las preguntas que ha incluido el Gobierno de Carmena en la papeleta no podrán «expresar si eso es un modelo o no» de urbanismo para la ciudad.

Según el concejal del área, la cuestión que no será sometida a debate es la inclusión de la Gran Vía en la gran APR de Centro, de forma que sólo puedan acceder a ella los madrileños que sean residentes de este distrito.

204.000 euros en la impresión y ensobrado de las papeletas

Desde el área de Participación consideran prematuro dar en este momento una cifra de lo que costarán las consultas de febrero a las arcas públicas. Sólo cuando tengan el coste «cerrado», es decir, cuando ya se haya cerrado el voto por correo, informarán a este respecto. La única cifra que, de momento, pueden confirmar es la que concierne a los 204.000 euros en materia de impresión y ensobrado de las cartas que en estos días están recibiendo los madrileños en sus casas para poder participar en el proceso. Además de las cuestiones sobre el billete único, la propuesta ciudadana «Madrid 100% sostenible», la Plaza de España y la Gran Vía, entre el 13 y el 19 de febrero los vecinos de seis distritos podrán dar respuesta a cuestiones concretas de estos barrios, sobre las que el Ayuntamiento informará en los próximos días. Además de por correo postal y en la web municipal Decide Madrid, los vecinos de la ciudad que sean mayores de 16 años podrán participar en las votaciones de forma presencial. Para ello, el consistorio instalará más de un centenar de urnas en centros municipales y en la calle que estarán atendidas por voluntarios. En un principio, se instalrán más urnas el fin de semana del 18 y 19 que de lunes a viernes. Una vez se cierre la votación el 19 de febrero, la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles albergará un «gran escrutinio público» el lunes 20 de febrero. No habrá quórum mínimo de participación, lo que implica que el resultado será vinculante sea cual sea el grado de movilización de los vecinos.