Comunidad de Madrid

Carmena planta a la Virgen de la Paloma

La alcaldesa no acudió ayer a la misa en honor de la «patrona popular» de Madrid. «Ya tenía comprometida con mi familia cogerme esta semana de vacaciones», argumenta la regidora

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, sí acudió a la misa solemne en la Parroquia de La Paloma y San Pedro el Real
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, sí acudió a la misa solemne en la Parroquia de La Paloma y San Pedro el Reallarazon

La alcaldesa no acudió ayer a la misa en honor de la «patrona popular» de Madrid. «Ya tenía comprometida con mi familia cogerme esta semana de vacaciones», argumenta la regidora

Como cada 15 de agosto, Madrid se volcó ayer con la festividad de la Virgen de la Paloma. No es la patrona oficial de la capital –este honor se le reserva a la Virgen de la Almudena, en noviembre– pero los actos en su honor dan forma a una de las celebraciones más populares entre los vecinos de la ciudad, casi a la altura de las fiestas de San Isidro. «Es la patrona del pueblo», aseguraba ayer una habitual de esta cita a las puertas de la parroquia de La Paloma y San Pedro el Real. Hasta allí peregrinó un año más el Madrid más castizo para unirse en la misa solemne en honor a la Virgen con una nutrida representación de la clase política madrileña. Muchos rostros conocidos del Ayuntamiento madrileño y del Gobierno autonómico que han echado a andar hace pocas semanas que no ocultaron una ausencia clamorosa, la de la alcaldesa Manuela Carmena.

«Me tomo unos días de descanso sabiendo que Madrid queda en buenas manos: un gran equipo de profesionales municipales. Disfrutad el verano». Carmena se despidió de los madrileños así, a través de su perfil en Twitter, antes de iniciar sus vacaciones estivales el viernes 7 de este mes. Lo había anunciado un día antes tras ser preguntada por los periodistas en torno a su presencia en La Paloma: «A las fiestas irá Javier Barbero –delegado del Área de Gobierno de Salud, Seguridad y Emergencias– porque yo me voy a coger una semana a partir del viernes. Me hubiera gustado mucho estar». Carmena confirmaba así su ausencia aunque lo que más sorprendía era que, en su argumentación posterior, comparara los actos en honor a la «patrona popular» de los madrileños con el desfile que los ecuatorianos organizan desde hace algunos años en la ciudad para celebrar el día de la Patria, o lo que es lo mismo, su independencia de la Monarquía española: «También me gustaría mucho estar en algo que va a ser muy bonito, no sé si lo sabéis, una cabalgata que hacen los ecuatorianos, su fiesta nacional. El Ayuntamiento también la ha potenciado y es muy importante insistir en lo bonito que es la diversidad de Madrid y que tengamos tantas personas que no han nacido aquí pero que se sienten madrileñas». Así pues, Carmena plantó a madrileños y ecuatorianos pero, como aclaró, «ya tenía comprometido con mi familia cogerme esta semana de vacaciones».

Con su plantón de ayer, la alcaldesa de Ahora Madrid rompe una tradición que se había consolidado en última década. De hecho, desde 2003 sólo se habían registrado dos ausencias similares. En 2004 y 2008, Alberto Ruiz-Gallardón tampoco acudió a esta misa, aunque en ambas ocasiones el primer edil se encontraba representando y defendiendo la candidatura olímpica de Madrid y envió como representante del Gobierno municipal al vicealcalde Manuel Cobo. Tras la polémica que suscitó el anuncio de que no acudiría a la cita, el consistorio decidió que, además del edil de Seguridad, acudiera a la misa la alcaldesa en funciones, Marta Higueras, mano derecha de Carmena.

El pasado mes de mayo, una semana antes de las municipales en las que encabezó la segunda lista más votada, Carmena sí acudió a la pradera de San Isidro, el patrón de la capital, del que reconoció no ser muy devota: «San Isidro siempre me ha parecido un poco morro porque era un vago, eh, que el Ángel se lo hacía todo; es decir, que no le tengo mucha ley porque a mí me gusta mucho más la cosa trabajadora». Ya como alcaldesa, Carmena no quiso perderse el 4 de julio el desfile del Orgullo Gay. Subió incluso al escenario principal de la celebración, en la plaza de Colón, para subrayar que hará «todo lo que esté en mi mano para salvaguardar esta fiesta y que se convierta en un pilar absolutamente imprescindible para Madrid».

Cifuentes sí acudió

La otra gran ausencia en la misa de ayer en hornor a la Virgen de la Paloma –que estuvo presidida por el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro– fue la de la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre. Precisamente, la presidenta del PP de Madrid justificó hace unos días la ausencia de Carmena de la misa celebrada ayer: «La señora Carmena no es practicante, no es católica y no es cristiana y creo que es coherente que no asista». En representación de los populares del consistorio acudió el número dos en el Pleno municipal, Iñigo Henríquez de Luna. También entre los asistentes, estuvieron la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; el consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Pedro Rollán; la portavoz del PSOE, Purificación Causapié; el ex portavoz de los socialistas, Antonio Miguel Carmona, y la número uno de Ciudadanos en la ciudad, Begoña Villacís.

Al margen de este episodio, otros miembros del Ejecutivo de Carmena ya han sido protagonistas de desencuentros similares con las tradiciones de los vecinos de Madrid. Montserrat Galcerñan, concejala-presidenta del distrito de Tetuán –uno de los 21 en los que está dividida la ciudad– tampoco acudió el pasado mes de junio a la misa en honor a la Virgen de las Victorias con motivo de las fiestas de este barrio.

La portavoz del gobierno local, Rita Maestre, actualmente se encuentra imputada por la comisión de un presunto delito contra los sentimientos religiosos por el que la Fiscalía ha solicitado un año de prisión. Este proceso investiga un episodio sucedido en 2011, cuando Maestre participó en un asalto a una capilla católica en la Universidad Complutense. El concejal Guillermo Zapata se vio envuelto en una polémica nada más llegar al cargo tras hacerse públicos unos comentarios ofensivos. No fue en este caso la fe católica la ofendida, sino la judía. El edil de Ahora Madrid había publicado en los últimos años mensajes en los que ridiculiazaba el Holocausto. Zapata tuvo que renunciar al Área de Gobierno de Cultura pero decidió conservar su acta de concejal.