Carmena taló 10.000 árboles el año pasado

Los vecinos del Paseo de los Olivos denunciaron hace apenas unos días haber sufrido en esta calle una «tala indiscriminada», tras perder siete plátanos de sombra con más de 50 años de vida y exigieron al concejal Carlos Sánchez Mato el informe técnico que avale esta actuación. Los residentes de la Colonia del Manzanares, en Moncloa, han logrado reunir casi tres mil firmas contra la tala de 500 árboles en los últimos meses: «Es incongruente intentar renaturalizar el río al tiempo que quitamos los árboles que pueden servir de refugio a especies protegidas», señalan estos vecinos. El grupo municipal del PSOE defendió la semana pasada una moción en el distrito de Moratalaz para exigir una solución a la tala de 54 árboles en la calle Brujas. Son sólo tres ejemplos pero sirven para representar a varias decenas más de quejas con un denominador común: la notable pérdida de árboles registrada en toda la capital. Sólo en 2017, el Ayuntamiento reconoce haber talado 10.000 árboles. El consistorio admite que esta cifra es «más alta de lo habitual». Estos 10.000 árboles talados suponen que la ciudad perdió un ejemplar cada 52 minutos durante todo el año.

Desde el Gobierno de Manuela Carmena aseguran entender el enfado de los vecinos de algunas zonas aunque justifican estas actuaciones en motivos de seguridad. Cuando Ahora Madrid llegó a la Alcaldía, precisan desde el Área de Medio Ambiente, el nuevo Ejecutivo se encontró con una situación de emergencia ante la que había que priorizar los trabajos de poda y de tala frente a los de replantación. No en vano, en el verano de 2014, dos hombres murieron –uno en El Retiro y otro en Santa Eugenia– y varias personas resultaron heridas por accidentes relacionados con la caída de árboles o ramas. Se puso en marcha entonces un plan extraordinario de renovación del arbolado que culminó con un examen a fondo sobre los 105.000 considerados más peligrosos.

Defectos estructurales

Estas evaluaciones extraordinarias, que están casi culminadas, se centraron en las especies de mayor riesgo y tamaño. Como consecuencia de esta evaluación, el consistorio intervino talando un número cercano a los 10.000 árboles, «al detectarse en ellos defectos estructurales o de vigor lo suficientemente importantes como para aconsejar su sustitución», tal y como precisa la memoria del primer contrato extraordinario de replantación que ahora el Gobierno municipal ha puesto en marcha. Los trabajos de retirada y poda del arbolado deficiente se efectuaron de forma casi simultánea a la revisión, con una demora de apenas unas semanas, y en ellos se coordinaron con diversos servicios del Área (Movilidad, Grúas, Planta de Compostaje de Migas Calientes y Valdemingómez).

El tercer pilar de la renovación del arbolado en la capital consiste en el plan extraordinario de plantaciones. Arrancó en diciembre de 2017 aunque, según detallan en el área de la delegada Inés Sabanés, «ya se han hecho algunas plantaciones con fuerte simbolismo, como las de Virgen del Puerto, Paseo del Pintor Rosales y parte de la Colonia del Manzanares». Dentro de estas iniciativas, se ha dado prioridad al incremento del número de especies así como al empleo de las especies más adecuadas a Madrid y a cada entorno concreto. Precisamente dentro de este plan extraordinario de plantaciones, el Gobierno licitó a finales del pasado mes el primer contrato para desarrollar estos trabajos en los distritos de Centro, Tetuán, Chamberí, el barrio de Argüelles así como el Paseo de la Castellana desde La Plaza de Colón hasta el Hospital de La Paz (con dos tramos diferenciados que tienen su frontera en la calle José Abascal). El presupuesto para este contrato del área de Medio Ambiente asciende hasta los 1.150.700 euros. La previsión es que en esta intervención se replanten 770 unidades en los distritos incluidos en el contrato y 423 más en el tramo afectado del Paseo de la Castellana.

Al margen de los trabajos de plantación extraordinarios, el Ayuntamiento mantiene los planes ordinarios que se desarrollan campaña tras campaña en la ciudad. En total, sumando ambos planes, el objetivo con el que trabaja el Área de Medio Ambiente es que planten entre el pasado año y 2018 un total de 19.000 árboles, lo que supone que, según insisten desde Cibeles, «se plantarán más árboles de los que se han talado». El Ayuntamiento sustituirá todos los ejemplares que han sido cortados excepto los ubicados en alcorques en los que, por razones de accesibilidad o seguridad, no sea recomendable la intervención. Se incluyen aquí, por ejemplo, los árboles que dificultaban la visión de un semáforo y que, por tanto, suponían un peligro o aquellos otros que hacían imposible el paso para una persona con movilidad reducida.