Comunidad de Madrid

Carrillo convoca 103 puestos de profesor no autorizados

En lo que va de año ha abierto once concursos para contratados doctores. Estos docentes también están afectados por el límite del 10% de reposición

El rector de la Universidad Complutense de Madrid, José Carrillo, se ha saltado varias veces los límites en la renovación del personal
El rector de la Universidad Complutense de Madrid, José Carrillo, se ha saltado varias veces los límites en la renovación del personallarazon

Una vez más, el rector de la Universidad Complutense (UCM), José Carrillo, vuelve a saltarse a la torera para gobernar el centro universitario como si se tratase de un cortijo privado. De poco ha servido que la Cámara de Cuentas haya sacado los colores a su gestión económica al revelar, hace apenas un mes, que durante su mandato al frente de la UCM ha dejado las arcas complutenses con 110 millones de pérdidas. De nuevo, Carrillo ha usado más la trampa que seguido la ley y ha convocado más de un centenar de plazas de profesor contratado doctor que superan, por mucho, el máximo del 10% de reposición que marca la Ley.

La figura del profesor contratado doctor viene a suplir la carencia de puestos de funcionarios docentes en las universidades, es decir, son personas contratadas como investigadores o para impartir asignaturas por tiempo indefinido pero cuyos puestos no están blindados por una oposición sino que se les puede despedir como en cualquier empresa privada. Sin embargo, y para evitar la picaresca de los rectores, el Ministerio de Hacienda estableció que a este tipo de trabajadores también se les aplicaba la tasa de reposición de un máximo del 10% del personal docente que cause baja definitiva en la Universidad. En concreto, los Presupuestos Generales del Estado para los años 2012 a 2014 recogían que «excepcionalmente, parte de las plazas resultantes de la aplicación del límite de la tasa de reposición correspondiente a los cuerpos de personal investigador de las universidades –catedráticos y profesores titulares– podrá ofertarse para el ingreso como profesor contratado doctor».

Tanto la reposición ordinaria como la de los docentes no funcionarios debe ser autorizada por las administraciones públicas de las que dependen los centros universitarios que, en el caso de Madrid, es el Gobierno regional. Para obtener dicha autorización, además, la Universidad debía acreditar que la oferta de empleo público no afecta al cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria establecidos para el centro ni el resto de límites que fija la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Así y pese al precario estado de las arcas de la UCM, la Comunidad de Madrid autorizó la convocatoria de 15 plazas, de las cuales 9 corresponden a funcionario de carrera y 6 a titulares interinos. Ninguna para profesor contratado doctor.

Sin embargo, el Boletín Oficial de la Universidad Complutense de Madrid ha ido, desde el 28 de marzo hasta el viernes pasado, 7 de noviembre, publicando convocatorias de este tipo de docentes. En concreto, en marzo se realizaron dos convocatorias de 4 y 6 plazas respectivamente. En junio, se abría la recepción de currículos para nueve plazas y, el mes siguiente se abrieron nada menos que cuatro convocatorias para cubrir 37 puestos de profesor o investigador en distintas facultades. También en septiembre se convocó un proceso de selección para una decena de plazas y, en octubre, para otras 31. En la última convocatoria se buscaba cubrir 8 puestos, todos ellos a tiempo completo. La suma es de 103 plazas en lo que va de año y, dada la trayectoria del rector Carrillo, no se descarta que siga convocando a nuevos profesores contratados doctores en lo que resta de año.

Sin vigilancia

La trampa está en que, a diferencia de las plazas de oposición, que son publicadas en el Boletín Oficial del Estado, de modo que el Ministerio de Hacienda puede revocarlas antes de que sean oficiales si la Universidad ha superado el máximo de reposición para ese año, el nombramiento de profesores contratados doctores sólo se refleja en la información interna de la UCM. Así, salvo si se está muy pendiente de cada publicación del Boletín Complutense, los contratos que se saltan la reposición sólo se comprueban al rendir cuentas del ejercicio presupuestario. Igualmente, sus puestos sólo pueden ser eliminados mediante despido y su consiguiente indemnización.

Es más, Carrillo ya cuenta con varios antecedentes en cuanto al incumplimiento de las tasas de reposición o los objetivos de estabilidad presupuestaria. En 2013 convocó 63 plazas de profesor contratado doctor y, el año anterior, mientras los empleados de limpieza de la Complutense se encerraban para exigir el pago de sus nóminas, abrió una convocatoria para cubrir 184 plazas de profesor asociado, que cubren una media de seis horas lectivas más otras tantas de tutoría en asignaturas que, para más inri, cuentan con pocos alumnos pero que forman parte de la oferta del centro universitario.

El reciente frenesí en la publicación de una convocatoria tras otra para profesor contratado doctor puede tener su explicación en que, en menos de seis meses, hay elecciones para renovar el rectorado en la Universidad Complutense de Madrid y José Carrillo aprovecha los nuevos contratos para sumar votos. En los últimos comicios, en marzo de 2011, el actual rector logró más apoyos del personal de servicio y de administración.

Cuatro concursos en un mes

En lo que llevamos de 2014, la Universidad Complutense de Madrid ha convocado 103 plazas de profesor contratado doctor, cerca ya del doble de las abiertas en 2013, cuando se cubrieron 63 puestos. El frenesí en las convocatorias se ha acelerado en los últimos meses y sólo el pasado mes de julio hubo cuatro concursos para 8, 7, 11 y 11 plazas en cada uno de ellos. También en octubre hubo tres convocatorias y la más reciente se publicó en el Boletín de la UCM el pasado viernes, 7 de noviembre, para 8 plazas.

La Universidad Complutense, en quiebra

El pasado mes de octubre la Cámara de Cuentas reveló un informe demoledor sobre las arcas de la Universidad Complutense en los primeros años de gestión de José Carrillo. Si bien el estado de la economía de la UCM ya era precario cuando sustituyó a Carlos Berzosa en el rectorado en 2011, entre ese año y el siguiente, aumentó las pérdidas hasta los 110,7 millones de euros. En concreto, el primer año perdió 85,9 millones de euros, mientras que en 2012 fueron 24,8 millones. Asimismo, el capítulo de personal es el que más aumentó los gastos en dicho periodo, pasando del 66% del presupuesto de la Complutense a ser un 72% –actualmente cuenta con más de 5.900 docentes más personal de administración y servicio–. De hecho, la situación de la UCM es tan precaria en cuanto a liquidez económica que en 2013 tuvo que acogerse a un «rescate» para poder pagar sus facturas. Así, el año pasado solicitó 57 millones a la Comunidad de Madrid como parte de un plan de pago a proveedores y, el pasado mes de junio, volvió a pedir un anticipo de 8 millones al Gobierno regional para poder afrontar el pago de las nóminas y la correspondiente paga extra dicho mes.