Arquitectura
Chequeo piedra a piedra a la fachada de Cibeles
Dos andamios cubrirán los muros de Alcalá y el Paseo del Prado para reparar los daños.
Dos andamios cubrirán los muros de Alcalá y el Paseo del Prado para reparar los daños.
El pasado 28 de octubre, un desprendimiento en la fachada del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de la capital, encendió las alarmas. Un fragmento de un elemento decorativo, de la pared exterior ubicada en el Paseo del Prado, en las inmediaciones de la oficina de Correos, se desprendió y cayó a la calle. No provocó daños personales, pero el consistorio acordonó la zona. Los agentes de la Policía Municipal, Bomberos y Samur-Protección Civil desplazados hasta este punto del centro de la ciudad realizaron un reconocimiento preventivo de la fachada e instalaron vallas para reforzar la seguridad, evitar que los vecinos y transeúntes no pudieran aproximarse a su perímetro y, al mismo tiempo, garantizar el normal desarrollo de las actividades de CentroCentro y de la administración municipal.
Los técnicos del departamento de Intervención en la Edificación comenzaron entonces a redactar un informe que, diez días después, ha apuntado a la necesidad de realizar un chequeo a toda la fachada, tal y como anunció ayer el Gobierno municipal. «Con el objetivo de proteger el valor patrimonial y artístico del Palacio de Cibeles, se iniciarán en breve actuaciones de diagnóstico y arreglo de sus fachadas», subrayan desde el Ayuntamiento. El análisis, según los responsables de Patrimonio, se realizará «piedra a piedra». La minuciosidad de este examen tiene como objetivo la identificación de los posibles daños en cada una de las fachadas para su posterior arreglo.
Las soluciones serán distintas en función de cada una de las calles afectadas. En los frentes de la calle de Alcalá y el Paseo del Prado se emprenderán las actuaciones mediante la instalación de andamios. En cambio, en la fachada principal de la plaza de Cibeles y en la ubicada en la calle Montalbán se van a utilizar cestas móviles que permitan el acceso al interior del edificio. Con esta infraestructura móvil, argumenta el Ayuntamiento, «se evitan las molestias a la ciudadanía y a los turistas que disfruten de la capital durante las fiestas de Navidad, así como a los trabajadores municipales».
Según el calendario con el que trabajan los técnicos del departamento de Intervención en la Edificación, se prevé concluir los trabajos previos de inspección y estudio en el primer trimestre de 2017 y, a continuación, acometer las obras de reparación, que estarían terminadas en otoño del próximo año.
Una plaza en obras
El desprendimiento registrado en la última semana de octubre en la fachada del Ayuntamiento se une a otras actuaciones que, desde hace meses, han convertido en misión imposible para madrileños y turistas inmortalizar la plaza de Cibeles sin andamios. En octubre de 2015, la caída de un fragmento de la fachada del Banco de España obligó a esta institución a realizar una actuación similar a la que ahora tendrá lugar en el Palacio de Telecomunicaciones. Dos de los muros que conforman su perímetro, los que dan al Paseo del Prado y a la calle de Alcalá, fueron cubiertos por andamios. En total, 10.000 metros cuadrados de fachada sometidos a revisión. El mayor peligro de los edificios como el Ayuntamiento o el Banco de España está en sus elementos ornamentales y a la degradación que sufren como consecuencia de los gases derivados del tráfico rodado. En el verano de este año, las obras de restauración cubrieron durante ocho semanas a la fuente de la diosa Cibeles. Los trabajos permitieron la eliminación de morteros agrietados, inadecuados y en mal estado y la limpieza, así como el perfilado, rejuntado y sellado de grietas. También se repusieron elementos ausentes por pérdidas de material.
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