Cómo salvar una vida por teléfono desde el banquillo

Dos accidentes cardiovasculares en sendas instalaciones deportivas bordearon la tragedia este puente. Uno de ellos, registrado ayer, tuvo como protagonistas a un aficionado que disputaba un partido de fútbol y a un entrenador. El preparador técnico ayudó a un joven de 24 años a salir de la parada cardiorrespiratoria que sufrió en el polideportivo del Canal de Isabel II. Lo consiguió aplicando maniobras básicas de reanimación y siguiendo las instrucciones telefónicas del Samur, tal y como informaron desde Emergencias Madrid.

El joven se encontraba jugando al fútbol en las instalaciones deportivas del Canal, situadas entre la avenida de Pablo Iglesias y la de Filipinas. De improviso, se mareó y cayó desplomado al suelo. Un entrenador que se encontraba en el campo contiguo acudió a socorrerle iniciando maniobras básicas de reanimación y siguiendo las instrucciones telefónicas que le iban proporcionando desde la central del Samur.

La coordinación entre el entrenador y su interlocutor dio sus frutos. A los 4 minutos llegaron hasta el polideportivo los sanitarios del Samur, que continuaron con las maniobras de reanimación cardiopulmonar, esta vez avanzadas. Se vieron obligados a emplear un desfibrilador. No fue hasta la tercera descarga, y tras seis minutos de maniobras, cuando lograron sacar al joven de la parada cardiaca. Inmediatamente después, el Samur procedió a entubarle e ingresó con carácter muy grave en el Hospital Clínico. Tras su ingreso hospitalario, el paciente se encuentra hemodinámicamente estable. Una psicóloga del Samur asistió a los amigos en la propia pista deportiva, muy afectados por el suceso, y asimismo se encargó de informar a los familiares.

Fuentes de los servicios de emergencias confirmaron a Europa Press que los médicos del Samur estaban muy satisfechos con esta actuación ya que es un ejemplo del buen funcionamiento de la «cadena de la vida», desde que se produce el hecho hasta que se ingresa en el hospital, ya que los primeros minutos tras una parada son esenciales.

Dos infartos en el puente

El domingo tuvo lugar un suceso similar en una piscina municipal de Carabanchel. Una mujer de 80 años que se encontraba nadando en el centro deportivo La Mina sufrió un infarto. Un socorrrista procedió entonces a practicarle las maniobras de reanimación hasta la llegada del Samur. Los efectivos desplazado hasta el lugar lograron sacar a la mujer de la parada cardiorrespiratoria para, a continuación, trasladarla en una UVI móvil hasta un centro hospitalario.

El incidente provocó las denuncias del sindicato UGT en torno a la ausencia de personal sanitario en este tipo de instalaciones. Según el portavoz sindical, el Ayuntamiento de la capital ha suprimido este servicio a través de «recortes». Desde el consistorio, sin embargo, aseguran que la presencia de un médico o un enfermero no es obligatoria en piscinas con menos de 500 metros cuadrados.

«Código Infarto», el arma del SUMMA para frenar muertes

El protocolo del «Código Infarto», implantado desde junio de 2013 en hospitales y en el SUMMA 112, se extendió el pasado verano a los más de 420 centros de salud y consultorios distribuidos por la geografía madrileña. Se trata de un protocolo de actuación al que se pretende sumar todo tipo de instalaciones públicas con el fin de minimizar los efectos de los accidentes cardiovasculares. En la Comunidad de Madrid, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad, con alrededor de 11.500 muertes al año.