Elecciones municipales
Coslada pasa del «paripé» antitaurino
Sólo un 0,3% de los vecinos vota en la primera consulta para que el Ayuntamiento deje de celebrar estos festejos. Hoy está prevista la segunda
Sólo un 0,3% de los vecinos vota en la primera consulta para que el Ayuntamiento deje de celebrar estos festejos. Hoy está prevista la segunda
Coslada acoge esta tarde la segunda jornada de la polémica consulta que ha puesto en marcha su alcalde, el socialista Ángel Viveros, para preguntar a los vecinos si quieren que este Ayuntamiento «deje de celebrar todo tipo de festejos taurinos». En la primera de la seis votaciones previstas, que se llevó a cabo el pasado sábado, participaron sólo 232 de las 76.000 personas que pueden hacerlo, para lo cual sólo tienen que cumplir dos condiciones: ser mayores de 16 años y estar empadronadas en la ciudad.
La segunda votación será esta tarde entre las 18:00 y 20:30 horas en el Centro Cultural El Cerro. Como en la del sábado, previamente habrá una asamblea informativa por parte de responsables municipales para explicar a los interesados en qué consiste la consulta. Y, al término de esta segunda jornada, la Policía Local precintará las urnas y las custodiará hasta que se terminen todas las votaciones –el próximo sábado, día 9–, momento en el que el Ayuntamiento procederá a recontar las papeletas e informar del resultado, que el Gobierno local se ha comprometido a cumplir, a pesar de que no es vinculante. Y no lo es porque así lo ha querido el Gobierno local (PSOE), que ha organizado esta iniciativa no como prevé la ley para que tenga carácter vinculante, en cuyo caso tendría que haber pedido permiso a la Delegación del Gobierno, ya que este tipo de consultas necesitan del permiso de la Administración central para que sean válidas y vinculantes.
Para evitar ese trámite, el alcalde socialista de Coslada ha optado por otra fórmula similar, la llamada asamblea consultiva, para la que no necesita permiso de otras administraciones, pues depende sólo del propio Ayuntamiento, aunque no es vinculante porque no se trata de una consulta como tal. Un atajo con el que Viveros se ha ganado el rechazo de los principales grupos de la oposición, incluido alguno de los que apoyaron su investidura para arrebatar la alcaldía al PP, que fue el partido más votado en las elecciones municipales de hace un año, aunque lejos de la mayoría absoluta. El anterior alcalde y actual portavoz del PP, Raúl López, califica estas asambleas consultivas de «paripé que no sirve más que para perder tiempo, dinero y enfrentar a la población». Por su parte, IU denuncia que se trata de una «chapuza intolerable plagada de imprecisiones y falta de rigor» y hasta Somos Coslada, marca local de Podemos, que dio la alcaldía al PSOE, critica que los plazos de la consulta –seis días distintos en una sola una semana– son «absolutamente inabarcables» y que se ha hecho «sin el necesario debate público».
Curiosamente, a finales de 2014, cuando era portavoz del PSOE en la oposición, el propio Viveros y su partido votaron en contra de una moción de la Agrupación Republicana de Coslada (Arco) proponiendo esta misma consulta, que no salió adelante gracias a los votos del PP y del mismo PSOE que ahora sí la ha convocado.
Según datos del Ayuntamiento, en la votación del sábado apenas participó el 0,3% de los cosladeños que podían hacerlo. Siendo el primer día y además en jornada no laborable, cabe esperar que en las siguientes citas, como la de hoy, la afluencia no sea mucho mayor. Así, la participación total quedaría por debajo de los 1.400 votos, dando por bueno que todos fueran válidos. Es decir, menos del 2% de los vecinos decidirán sobre una de las tradiciones más populares de la ciudad, especialmente en las fiestas patronales.
Una participación muy escasa y poco representativa a pesar de que el Gobierno local ha intentado facilitarla por todos los medios, para lo cual ha convocado hasta seis votaciones en distintos horarios y edificios municipales e incluso ha organizando las sesiones informativas justo antes de cada una de ellas. Hasta la propia pregunta a los vecinos está dirigida a favor del resultado que quieren los antitaurinos, pues se ha formulada de tal forma que el «sí» –siempre más atractivo por su carácter positivo– sea la respuesta de los que quieren que no se celebren estos festejos en Coslada, ya que no se pregunta si el Ayuntamiento debe seguir celebrándolos, como ha hecho hasta ahora, sino si deja de hacerlo. Es decir, está redactada para que votar «sí» implique prohibir «todo tipo de festejos taurinos» en esta ciudad.
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